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El final del fraude de los vados

Sevilla tiene 9.000 vados ilegales, en muchas ocasiones completamente artesanales o de lo más estrambótico, que están condenados a desaparecer a partir de septiembre.

el 31 jul 2010 / 18:28 h.

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Una placa legal y otra que no cumple los requisitos lucen en la misma cochera.

Están en todas partes: en la fachada de una tienda de belenes, en la puerta de una casa de vecinos o en el enorme garaje de un céntrico bloque de pisos. Los vados ilegales salpican toda Sevilla. Muchos pasan más desapercibidos, otros son descaradamente falsos. Pero el conductor, cuando los ve, tiene el impulso de no aparcar delante de ellos. Eso sí, si se fijara...

En la ciudad hay 9.000 vados ilegales. La concejalía de Hacienda manejaba el pasado mes de mayo una cifra bastante inferior, 5.000, que en un par de meses duplicó. Desde septiembre esas placas desaparecerán. Hacienda va a abrir un proceso para sustituirlas por un modelo de vado único para toda Sevilla que estará, a su vez, personalizado con un número. El objetivo, según la edil del ramo, Nieves Hernández, es lograr la "garantía de tráfico y la seguridad jurídica".

"¿Tú aparcarías ahí?". En la calle Relator, un joven deja pasar el tiempo frente a la puerta de una peluquería, y ante la pregunta, mira el lugar señalado, una puerta de garaje donde se acumulan carteles del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, de ofertas de móviles y de música alternativa. "No" -dice tajante- "Pero es más falsa que...". La de la calle Relator es una modalidad poco cuidada de placa falsa. Primero, porque ni siquiera es una placa, es un trozo de plástico. Después, porque está sujeta a la puerta con unos alambres poco profesionales y luce la pegatina de un dj que le resta credibilidad. Pero el joven duda: "La grúa no se puede llevar mi coche, ¿no?".

La respuesta es "no tiene por qué". El propietario del garaje puede llamar a la Policía Local o a la grúa, pero ni la una ni la otra tienen necesariamente que poner una multa o retirar el vehículo porque el vado es ilegal. Aun así, en el caso de que ocurriera, el conductor puede recurrir la multa... después de haberla pagado.

El engaño de los vados le está saliendo caro al Ayuntamiento. El fraude por el pago de este impuesto se sitúa en el 20%. La cifra podría ascender cuando empiece el proceso de sustitución de placas y Hacienda identifique las falsificadas que hay realmente en la ciudad. "Ya no se podrán comprar placas en los chinos", dijo Nieves Hernández. Aunque algunas ni siquiera alcanzan esa categoría.

En la calle Pescadores, por ejemplo, se erige una casa señorial de tres plantas recién pintada de color naranja, con marquesinas blancas impolutas y molduras en cada balcón a las que no le falta detalle. Junto a la puerta principal hay un garaje con su vado reglamentario. Pero justo al lado hay otra puerta en la que reina un cartel de plástico amarillento con una frase escrita a boli: "No aparcar en la puerta. Avisamos grúa". Legal no es; amenazante, sin duda.

Y así proliferan los ejemplos más o menos creativos, desde folios plastificados y sujetos a la puerta con grapas hasta señales con varios kilos de óxido. Pero el culmen de la picaresca se encuentra muy cerca del Palacio de las Dueñas. Allí una placa alicatada a cierta altura es aparentemente legal, pues junto a la señal que prohíbe el aparcamiento está el sello del Ayuntamiento que valida los vados. Pero, mirándolo de cerca, resulta que el sello es sólo un imán y el símbolo de la ciudad no aparece por ninguna parte. Para que luego digan que falta creatividad...

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