La Fiscalía de Málaga pedirá una pena de tres años y medio de prisión, como mínimo, para el conductor del todoterreno que supuestamente provocó el accidente de autobús de Benalmádena del pasado abril, en el que murieron nueve turistas finlandeses. Además, rechaza la petición de la defensa de libertad provisional al considerar que se mantiene el riesgo de fuga.
Ayer se celebró la vista sobre el recurso presentado por la defensa, que solicita la libertad provisional del conductor, para el que el juez decretó prisión sin fianza. El conductor está acusado de 52 delitos, entre ellos conducción temeraria y bajo los efectos de bebidas alcohólicas, nueve delitos de imprudencia grave con resultado de muerte y 41 delitos de lesiones por imprudencia grave.
Para el fiscal de Seguridad Vial de Málaga, Javier de Torres, continúa el riesgo de fuga porque "existe un miedo fundado" a la pena a la que se puede enfrentar el joven de 27 años. Por el contrario, el abogado defensor, Pedro Apalategui, insistió en que no está justificado el riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas. "Es la primera y la única ocasión donde se ha visto una conducta de tal contundencia por una imprudencia", añadió.
El fiscal aseguró que se produjo una "imprudencia grave" y recordó que el imputado doblaba el límite permitido de alcohol, con 0,5 miligramos por litro de aire espirado, y que en el momento del accidente circulaba a 155 kilómetros por hora, velocidad que debió ser mayor antes del golpe porque en su declaración "dice que frena cuando entra en la curva". Su abogado defensor culpó de las muertes a los quitamiedos de la carretera.