El juicio contra dos padres mauritanos acusados por su propia hija de obligarla a casarse con 14 años y a tener relaciones sexuales con su marido, también imputado y de 39 años, quedó visto para sentencia en la Audiencia de Cádiz. La Fiscalía ha decidido elevar las penas solicitadas para los tres imputados.
El Ministerio Público ha decidido pedir por el delito de agresión sexual 15 años para cada acusado. La mayor pena, 22 años y 10 meses de cárcel, recae sobre la madre, a la que acusa también de coacciones, amenazas y violencia física y psíquica. Para el padre solicita 21 años y diez meses y para el marido 15 años y diez meses.
En sus conclusiones, la Fiscalía ha señalado que el testimonio de la menor, que tiene ahora 16 años, es convincente. La niña acusó el pasado viernes a su esposo de abusar de ella en dos ocasiones y a sus padres de amenazarla para que lo hiciera. En el caso de su madre añadió que la maltrataba y que la encerró en el cuarto con su marido.
Ayer jueves declararon dos médicos forenses que vieron a la menor después de la presunta violación y aseguraron que los análisis se correspondían con su relato. Aún así, la defensa asegura que esta inspección no es suficiente para probar que ha habido una agresión sexual y que no hay pruebas significativas que lo demuestren. El letrado indicó también que la niña estaba dirigida para que acusara a su marido.
En este sentido, se manifestó el portavoz de la familia, Folba Sidi, quien aseguró que la menor testificó según el guión que le dio la familia de acogida. "Creemos que el transfondo de este problema es que hay una disputa sobre la custodia de la niña. Pero en vez de pedirla directamente se ha ido por otro camino", añadió.
Los imputados volvieron a contar con el apoyo de muchos miembros de la comunidad mauritana asentada en Puerto Real y en Marbella que llenaron la Sala. En el juicio declaró también el imán de la mezquita de Puerto Real quien aseguró que los acusados eran padres "ejemplares".
