La Fiscalía de Cataluña subrayó que la operación policial contra varias clínicas de la parte alta de Barcelona que practican abortos se fundamenta en indicios de casos "radical, rotunda e indiscutiblemente ilegales", de los que existirían además pruebas contundentes. La operación, que se saldó el lunes con la entrada y registro por parte de la Guardia Civil y la Guardia Urbana en cuatro clínicas y la detención de seis personas, continuaba abierta a la espera de ver si el análisis de la documentación intervenida aporta datos que puedan provocar nuevos arrestos.
Entre los detenidos se encuentran los máximos responsables de las clínicas Ginemedex y TBC, situadas en la calle Dalmases; de Emece, en la calle Anglí, y de la Fundación Morín, en la Vía Augusta, el administrador principal de todas ellas y también el doctor Carlos Morín.
Un portavoz de la Fiscalía ha asegurado fe que la operación, dirigida por la propia Fiscalía y el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, no pretende "entrar en ningún debate ideológico", pese a que la investigación judicial se abrió en parte a raíz de la querella interpuesta hace algo más de un año por una organización cristiana, e-cristians.
Por cada intervención, el grupo cobraba entre 3.000 y 6.000 euros. En algunos casos, las mujeres acudían en avanzado estado de gestación, incluso entre las 30 y 35 semanas de las 40 que dura un embarazo medio.