Economía

El FMI cuestiona con dureza la gestión de Rato en la institución

Una auditora afirma que no supo prevenir la crisis y pecó de excesiva confianza.

el 09 feb 2011 / 17:51 h.

El hoy presidente de Caja Madrid recorrió España dando conferencias tras salir del FMI.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proporcionó "pocos avisos claros" sobre los riesgos y las debilidades ligados a la última crisis financiera que se cernía sobre la economía mundial antes de que ésta estallara, según revela un informe de la Oficina de Evaluación Independiente (OEI), que controla la labor de la institución.

En un análisis sobre su comportamiento entre 2004 y 2007, periodo a cuyo frente estuvo el español Rodrigo Rato y que coincide con los años anteriores a la crisis financiera y económica, la OEI considera que el mensaje bandera de la vigilancia del FMI se caracterizó por su "excesiva confianza en la solidez y la resistencia de las grandes instituciones financieras" y en la aprobación de las prácticas llevadas a cabo en los principales centros financieros.

En su opinión, la institución restó, durante esos años clave, importancia a los riesgos relacionados con el boom inmobiliario y con las innovaciones financieras, así como a la necesidad de una mayor regulación para hacer frente a estos riesgos.

Asimismo, señala que la capacidad del FMI para identificar los crecientes riesgos se vio obstaculizada por una serie de factores tales como "un elevado grado de pensamiento de grupo, una captura intelectual y un pensamiento generalizado de que una gran crisis financiera en las economías avanzadas era improbable".

"Una gobernanza interna débil y una cultura institucional que desalienta visiones contrarias también jugaron un papel importante", añade.

El director de la OIE, Moises Schwartz, destacó que el FMI ya ha tomado algunas medidas para mejorar la vigilancia, pero añadió que son necesarios "cambios adicionales" para reformar la cultura, la gobernanza y las prácticas del FMI para que la institución esté mejor preparada de cara a enfrentarse a futuros desafíos.

En este sentido, defendió que, aunque el informe se centra en el sector financiero, la mayoría de las recomendaciones están relacionadas con cambios institucionales que mejorarán la capacidad de detectar riesgos y vulnerabilidades que podrían ser causa de futuras crisis.

"El FMI debe aclarar los papeles y las responsabilidades del consejo ejecutivo, la gerencia y los altos funcionarios, establecer un marco claro de rendición de cuentas, así como cultivar una cultura que sea proactiva en la prevención de crisis", reclamó.

Asimismo, también ve necesario modificar las estructuras institucionales e incentivos con el objetivo de mejorar una evaluación de los riesgos, la colaboración interna, la franqueza y la claridad en los mensajes y la capacidad de "decir la verdad al poder".

DIAGNÓSTICO COMPARTIDO. Desde el FMI, respaldaron "ampliamente" estas recomendaciones, y su director gerente, Dominique Strauss-Kahn, agradeció a la OIE las "ideas constructivas que propone". Además hizo hincapié en que hay espacio para nuevos avances y que la revisión trienal de la vigilancia que tendrá lugar en septiembre considerará medidas adicionales.

En un comunicado, recordó que el FMI ya había reconocido que no había avisado de la crisis "con suficiente antelación" y de manera efectiva y clara. Además señaló que el informe es coherente con el propio análisis de la institución y que las reformas iniciadas recientemente se dirigen directamente en la línea que marcan las recomendaciones.

La Oficina de Evaluación Independiente se creó en el año 2001 con el objetivo de que llevara a cabo evaluaciones independientes y objetivas de las políticas y actividades del FMI, con plena autonomía frente a la gerencia del Fondo. El objetivo de esta evaluación es mejorar la efectividad de la vigilancia del FMI a la hora de avisar a sus miembros de los riesgos y las debilidades emergentes en la economía global.

Una presidencia que no se libró de la polémica

En 2004 Rodrigo Rato recaló en Washington para ponerse al frente del FMI, en una designación que muchos entendieron como una contraprestación de George W. Bush a José María Aznar por el apoyo del español a la guerra de Irak.

Cuando Rato decidió abandonar el organismo -presentó su dimisión en junio de 2007 alegando asuntos personales y dejó el cargo en octubre-, no lo hizo con las manos vacías.

Así, el ex vicepresidente económico consiguió plusvalías de 350.000 dólares gracias a la venta de su casa en el centro de Washington, una cuestión por la que fue muy criticado.

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