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El forense ve "discordancias" entre los informes médicos del indigente polaco fallecido

Esta profesional concluye que los datos clínicos recogidos en el último informe "no parecen concordar con los posteriores hallazgos de la autopsia médico-legal".

el 18 may 2014 / 12:06 h.

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polaco-albergue La médico forense que debe emitir el informe sobre la actuación médica y posible relación de causalidad con la muerte en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla de Piotr Piskozub, el joven polaco que falleció en el centro de acogida municipal después de haber sido dado de alta en dicho centro hospitalario, ha detectado "discordancias" entre los dos informes médicos que se le realizaron durante su estancia en el hospital. En un informe elevado al Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, al que ha tenido acceso Europa Press, la médico forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla señala que, una vez analizada "detenidamente" la historia clínica y el resto de documentación remitida por el Juzgado, existe una "discordancia" entre las actuaciones médicas plasmadas en sendos informes del Hospital Virgen del Rocío. En este sentido, dice que, mientras que el facultativo interno residente de segundo año en medicina interna que lo atendió no recogió en un informe de 2 de octubre de 2013 "ningún dato exploratorio", la asistencia descrita por el coordinador de la Unidad de Urgencia del hospital en un informe de 11 de noviembre de 2013 describe "una exploración física completa que incluye anamnesis, toma de constantes vitales, auscultación cardiopulmonar y exploración abdominal y de miembros inferiores". A ello se suma que los datos clínicos recogidos en este último informe "no parecen concordar con los posteriores hallazgos de la autopsia médico-legal, fundamentalmente los referidos a la auscultación pulmonar, la cual se describe clínicamente con hallazgos de escasa entidad frente a los resultados de la autopsia y su demostración histológica y microbiológica, que son claramente patológicos". Por todo ello, la forense considera "necesario" la remisión de la posible documentación médica generada el día de la asistencia de urgencias al paciente, "en la que debieron registrarse los resultados de la exploración física y de las constantes clínicas a las que hace referencia" el coordinador de la Unidad de Urgencias en su informe, todo ello a fin de poder determinar la posible relación de causalidad entre la actuación médica y la muerte del indigente polaco. Tras ello, la juez ha dictado una providencia, consultada por Europa Press, en la que requiere al coordinador de Urgencias del Virgen del Rocío dicha documentación médica y, en concreto, "los datos que debieron registrarse como consecuencia del resultado de la exploración física de las constantes clínicas a la que hace referencia" dicho facultativo. En su informe, la forense relata que el fallecido había sido atendido en varias ocasiones en diferentes centros sanitarios por cuadros de intoxicación enólica sin signos de gravedad y por una lesión ulcerada en la rodilla izquierda que requirió múltiples asistencias, precisando que "vivía en situación de indigencia". Asimismo, asegura que pesaba 45 kilogramos a pesar de medir 185 centímetros, siendo su índice de masa corporal un indicativo de "delgadez extrema" según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). EL INFORME DEL VIRGEN DEL ROCIO Cabe recordar que el Hospital Virgen del Rocío emitió un informe sobre la asistencia prestada el 2 de octubre de 2013 en el Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias al joven polaco en el que defiende que su "problema" era de "ámbito social", ya que el paciente "solo manifestaba querer comer y dormir bajo techo". En el informe, al que ha tenido acceso Europa Press, el coordinador de la unidad de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío relata que el joven polaco ingresó a las 00,29 horas y "fue inmediatamente valorado" por el profesional de enfermería asignado, quien, como es habitual, lo interrogó sobre el motivo de su consulta y las molestias que tuviera. No obstante, el facultativo "no obtuvo ninguna demanda asistencial, sino quejas vagas respecto del abandono sufrido por su grupo de amigos", de manera que "en esas condiciones" el profesional "identificó el motivo de consulta como probable problemática social", asignando al paciente a una consulta donde se encontraba de guardia el facultativo interno residente de segundo año en medicina interna. Este exploró al joven polaco, que "se encontraba consciente y orientado en espacio, tiempo y lugar" y que indicó al facultativo "su nombre, procedencia y que vivía en la calle, que no ingería alimentos y que bebía alcohol", pero "no expresó sintomatología alguna que orientara a problema orgánico", pues "lo único que refería es que deseaba comer y dormir bajo techo". A ello se suma que "presentaba aceptable estado general, estaba consciente, orientado y colaborador, sin fiebre", mientras que sólo presentaba una herida superficial en la rodilla izquierda, aunque dijo que ésta "no le suponía problema y que no experimentaba dolor". SOLO UNA HERIDA EN LA RODILLA "En esas condiciones, dado que el paciente no tenía queja somática alguna, ni presentaba signos de proceso en curso que requiriera atención urgente, y estando plenamente convencido que su problema fundamental era social", el facultativo consultó con dos médicos adjuntos del servicio de Urgencias "para solicitar asesoramiento sobre los recursos sociales a ofertar a esta persona y el manejo de la herida apreciada en su rodilla izquierda, a pesar de que no se quejaba de ella". Los médicos adjuntos "tuvieron oportunidad de hablar" con el joven "y conocer de sus manifestaciones en el sentido de no requerir atención médica", y de hecho "al tratar de inspeccionar la herida de la rodilla", el paciente "se enfadó insistiendo en que no tenía problemas con esa lesión y que sólo requería alimentos y cobijo". En relación a su estado físico, todos los profesionales sanitarios que intervinieron "manifiestan que estaba delgado, pero no caquéctico, con peso apreciable superior a los 30 kilos", por lo que "se concluyó que se trataba de un problema de ámbito social y que lo más acertado en ese momento era, siguiendo el protocolo establecido, ponerse en contacto" con la Unidad Municipal de Emergencias Sociales y Exclusión Social (Umies). EL ALTA Posteriormente, el joven polaco se trasladó a la sala de espera y, más tarde, fue trasladado por personal de Umies al centro de atención municipal, pues "no precisaba de transporte sanitario, ya que deambulaba sin dificultad", siendo dado de alta a las 2,06 horas del 2 de octubre. Hay que recordar que el informe definitivo de la autopsia realizada a Piotr Piskozub concluye que la muerte "fue natural de etiología infecciosa" y se debió a una neumonía en un paciente que, además, "presenta tuberculosis miliar que afecta a pulmón, hígado y riñón".

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