Hay nervios en la sevillana calle Albareda. Bullicio de debut, de visita importante, ganas de empezar algo nuevo. Pese a que la oficina a estrenar esconde un mal trago para muchos, dentro están de fiesta. Andalucía echa a andar su Agencia Tributaria, aprobada en marzo del año 2007 y con la que la Junta aspira a un triple objetivo: incrementar sus ingresos al reforzar la pelea contra el fraude, mejorar su capacidad de recaudación y facilitar a los ciudadanos el pago de sus tributos.
La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, explicó ayer en su visita a la sede de la agencia que hay que trabajar por simplificar los trámites para que nadie pueda escapar de su "obligación" cívica. No quiso hablar de mala voluntad la consejera, sino que matizó que "existen casos en los que no se cumple esta obligación por la complejidad o dificultad en la gestión de algunos tributos económicos". Un ejemplo: el impuesto de sucesiones, del que están exentos el 90% de los casos pero que, en el 10% en el que sí hay que pagar, necesita ser notificado convenientemente.
Este proceso, entre otros, se va a acelerar y a clarificar, para que nadie pueda alegar que desconocía el camino y la obligación de pago, y además, "se va a agilizar mucho la cita previa", lo que evitará colas y racionalizará el trabajo de la agencia. Aguayo se comprometió a que en 2012 el 40% de los pagos de impuestos puedan hacerse ya mediante cita previa y las notificaciones "se impulsarán notablemente".
La agencia, el organismo de la Junta con rango estatutario (artículo 181), se ubica en la sede de la antigua Delegación Provincial de Hacienda de Sevilla, partirá con un presupuesto de 60 millones de euros y contará con algo más de 800 efectivos, procedentes de diversos cuerpos. Entre ellos habrá un refuerzo en la plantilla de inspectores para ganar en transparencia. Todos ellos trabajan desde ayer a pleno rendimiento, aunque el inicio del ejercicio de las competencias y funciones de gestión, recaudación en periodo voluntario y revisión de tasas en la comunidad se producirá finalmente a partir del 30 de junio. Para delimitar el funcionamiento de la agencia, el Consejo de Gobierno de hoy aprobará un contrato de gestión con vigencia para los tres próximos años, un texto que dibujará el "núcleo fundamental" de la agencia: los impuestos de sucesiones y donaciones, actos jurídicos documentados y de transmisiones patrimoniales, fiscalidad ecológica e impuestos sobre juego.
Actualmente, los impuestos que están en manos de la Junta y que ahora gestionará la agencia rondan los 3.900 millones de euros -con un volumen importante procedente de la compraventa de inmuebles, adelgazado por la crisis-. Aunque la participación andaluza ha aumentado en el IRPF y el IVA (hasta un 50%) y los Impuestos Especiales (hasta el 58%) con el nuevo modelo de financiación autonómica, el mayor volumen de su recaudación sigue siendo estatal.