Economía

El frenazo del ladrillo sacude al mueble sevillano y le fuerza a buscar mercados

Efecto dominó. Se frena la construcción de viviendas. Más tarde o más temprano repercute en otros sectores estrechamente relacionados. Es el caso del mueble. ¿Qué se puede hacer cuando la actividad está tan limitada? Pues reorientar las ventas y salir en busca de los mercados donde el parón constructor no ha hecho tanto daño. (Foto: Gregorio Barrera).

el 15 sep 2009 / 01:13 h.

Efecto dominó. Se frena la construcción de viviendas. Más tarde o más temprano repercute en otros sectores estrechamente relacionados. Es el caso del mueble. ¿Qué se puede hacer cuando la actividad está tan limitada? Pues reorientar las ventas y salir en busca de los mercados donde el parón constructor no ha hecho tanto daño.

Se llaman también daños colaterales. Tras años de pujanza, llegan tiempos de apretarse el cinturón y no sólo para los consumidores, también para las empresas. Los efectos negativos de la súbita paralización de la actividad constructora comienza ya a notarse y a pasar factura a otros sectores que, por el carácter de su actividad, marchan de la mano del ladrillo. Un ejemplo, el mueble.

Desde agosto y hasta la fecha, el consumo nacional de mobiliario se ha desplomado un 27%. Son datos de la patronal Anieme (Asociación Nacional de Industriales y Exportadores del Mueble de España), aportados por uno de sus miembros, que además es director general de la empresa Guadarte, Manuel Muñoz Medina.

Tiene claro que al fabricante de mueble andaluz sólo le queda una salida para subsistir: la exportación, sobre todo, a países emergentes que no tienen la dificultad inmobiliaria que atraviesa España. Países como Rusia, Dubai, Israel, Singapur y Corea. "Ahora que Europa está en crisis, hay que ir a Asia, que es donde está el dinero", apostilla. Y lo dice alguien cuya empresa debe más de un tercio de su facturación a las ventas exteriores.

Ayer arrancó en Fibes la feria Mobiliaria 2008, que hasta el próximo sábado reúne a unas 200 empresas con presencia directa que, además de a la coyuntura negativa actual, se enfrentan a una desigual batalla con las importaciones chinas -con las que es imposible competir en precios- y la fortaleza del euro. Malas perspectivas. "Habrá crisis al menos durante los dos próximos años".

Saber adaptarse.

Aun así, los empresarios también quieren lanzar un mensaje de calma. Francisco León, presidente de Merkamueble, restó dramatismo a la situación y, aunque reconoce que es palpable una desaceleración en las ventas (la empresa creció un 2% en 2007), lo que toca para aguantar el chaparrón es "adaptarse al mercado". Considera que los fabricantes andaluces están "reaccionando muy bien y teniendo un buen tirón". León, que apuntó que una cuarta parte de sus muebles proceden de productores de la comunidad andaluza, incide en que "hay que abrir mercados nuevos" y que, en etapas en las que hay poco dinero "ofrecer un producto más competitivo y buenos precios", porque es eso precisamente lo que necesita el cliente. "Ahora más que nunca es cuando hay que estar más pendiente de lo que el consumidor pide", entre otras cosas, facilidades de pago, agregó.

Pese a la crisis (y porque ya estaba planificado así), Merkamueble abrirá en breve la mayor tienda de España en Bollullos de la Mitación (Sevilla). Y no frenará su plan de expansión, al abrir este año nueve tiendas y en los próximos tres ejercicios, cinco establecimientos en Francia.

Para Enrique Cabrerizo, director financiero de Muebles Flandes, que este año celebra su treinta aniversario, las ventas no se han visto aminoradas, aunque la empresa se ha embarcado desde hace algún tiempo en abrir otros mercados y en ofrecer, como hacen varias firmas del sector, mobiliario específico para hoteles, restaurantes, residencias geriátricas y apartamentos turísticos.

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