El incendio que desde el lunes por la noche quema el parque natural de Els Ports, en la provincia de Tarragona, y que ya ha costado la vida a cuatro bomberos, se reavivó de nuevo durante la tarde de ayer. El consejero de Interior catalán, Joan Saura, confirmó que el fuego "no está controlado".
A primera hora de la tarde de ayer el viento de poniente, muy seco, hizo que se reactivaran focos en una zona que el martes ya se quemó parcialmente, principalmente copas de árboles, en una zona forestal muy tupida ya calcinada hace 15 o 20 años en otro incendio. Sobre las 16.00 horas la temperatura era de 38 grados y la humedad del 19%, lo que facilitó que el viento muy seco, pero menos fuerte y cambiante que el de ayer, reactivara nuevos focos ya apagados el día anterior.
El jefe del operativo, Félix González, explicó que la evolución de las tareas de extinción fue positiva hasta las 17.00 horas, cuando se reactivó esta zona, con muy pocos senderos de penetración, lo que obligó a actuar a los medios aéreos, aunque el intenso humo dificulta la visibilidad y provoca turbulencias. Los efectivos disponibles por la tarde seguían siendo los mismos que por la mañana: una veintena de medios aéreos y 70 dotaciones terrestres, entre bomberos, agentes rurales y militares. Saura apoyó las declaraciones de su secretario general, Joan Boada, asegurando que no hubo relajación entre los bomberos, cuya demostración es que murieron efectivos de la unidad de élite en primera línea. Dos bomberos heridos el martes continuaban ayer en estado grave, y uno de ellos sufrió un fallo multiorgánico.
Un total de 20 incendios más, en siete comunidades, siguen activos en el país. Cuenca, la provincia manchega más afectada por el fuego, contaba ayer con cuatro focos. Mientras las llamas estaban bajo control en Buenache de la Sierra y Cañete, proseguían activas en Uña y Poyatos, donde hubo que desalojar a 350 vecinos. Donde también hubo que evacuar a vecinos afectados fue en la Comunidad de Madrid. Concretamente, 2.000 personas tuvieron que salir de sus casas por el fuego en la localidad de Collado Maediano, aunque el Gobierno regional explicó que el fuego estaba controlado.
Además, un total de 3.669 viajeros se vieron afectados por la suspensión del AVE Madrid-Barcelona al declararse dos incendios en las proximidades de la línea en dos puntos distintos de su recorrido, uno en el límite provincial entre Guadalajara y Soria y el otro entre Calatayud y Ricla (Zaragoza). En Burgos se declararon también tres incendios en el entorno del Condado de Treviño con riesgo de evacuar las localidades de Dordoniz, Albaina y Pariza. Por último, en Aragón, seguían activos dos focos al sur de Teruel y que obligó a desalojar a más de 1.000 personas.
