Otro grave incendio se prendió ayer en Sierra Cabrera (Almería), cerca de las 4.700 hectáreas de monte que hace una semana quedaron carbonizadas por el fuego más intenso que ha sufrido Andalucía este verano. El viento dificultó la extinción y el Infoca tuvo que pedir ayuda al Ejército para empezar a desalojar el pueblo de Mojácar.
Al cierre de esta edición, fuentes del 112 confirmaron a este periódico que el incendio no estaba aún controlado y que la localidad de Mojácar, en Almería, había empezado a ser desalojada. El servicio de Emergencias no se atrevía a cerrar el número de afectados hasta el momento, porque los trabajos de desalojo aún continuaban pasadas las diez de la noche. Más de 50 personas, según Europa Press, habían sido ya sacadas de sus casas y conducidas a un lugar seguro.
Mojácar es un municipio enclavado en la montaña. Los desalojos se estaban produciendo en la zona alta del pueblo y en las urbanizaciones situadas en las afueras y en la parte oeste, que era la más próxima a las llamas. La Policía y los servicios de extinción trasladaron a los vecinos desalojados hasta el centro cultural de Garrucha y al pabellón de deportes de Vera. El incendio se produjo después de que se activara la alerta naranja en el norte de la provincia de Almería por temperaturas superiores a 42 grados en el Valle del Almanzora y Los Vélez.
Igual que ocurrió hace sólo una semana, Mojácar y el término municipal de Turre han sido las localidades afectadas por este nuevo fuego, que también afectó al cementerio municipal. El primer aviso se produjo sobre las 15.40 horas por parte del 112. Más de 90 efectivos del plan Infoca se encontraban en el lugar del siniestro apenas 15 minutos después, ayudados de once retenes, tres aviones de carga en tierra, cinco helicópteros de transporte y extinción, un avión de coordinación, un agente de Medio Ambiente y tres técnicos de operaciones, además de tres vehículos autobomba.
Sin embargo, las fuertes rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora impidieron el trabajo de los helicópteros y ayudaron a que el fuego se aproximase cada vez más al municipio de Mojácar, arrasando a su paso la cara de Sierra Cabrera que en el último fuego quedó intacta gracias a las labores de extinción. El Infoca terminó declarando el nivel 2 de emergencias y solicitó el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias, justo como había hecho la última vez. El Ejército movilizó ocho vehículos contra incendios y medio centenar de efectivos. La brigada de investigación de incendios forestales no había logrado determinar cuáles eran las causas de este fuego.
Hace una semana las llamas que arrasaron casi 5.000 hectáreas y obligaron a desalojar a 300 personas de Turre fueron originadas por un rayo que prendió en una zona seca de matorrales. La tormenta eléctrica, la humedad de Sierra Cabrera y el fuerte viento se aliaron para complicar el trabajo de los efectivos del Infoca, y finalmente el incendio se convirtió en el más devastador del verano en Andalucía.
El operativo terrestre que trabajaba ayer en la zona estaba compuesto de 200 especialistas de extinción, junto con las Unidades Móviles de Meteorología, 12 vehículos autobomba, y una maquinaria pesada. A petición del Infoca, Bomberos y voluntarios de emergencias de Águilas (Murcia) se desplazaron por la tarde hasta Mojácar para colaborar en las tareas de extinción del fuego, informa Efe, citando fuentes del Gobierno regional de Murcia. Los trabajos de extinción continuaban de noche, aunque los medios aéreos tuvieron que retirarse cuando desapareció la luz del día.
Turre y Mojácar quedaron aislados, porque desde las siete de la tarde la Subdelegación del Gobierno de Almería había ordenado cortar el tráfico en ambos sentidos. Al cierre de esta edición, el Infoca desconocía aún la superficie de terreno afectada.
