El vertido de crudo que hace tres días derramó un petrolero junto a la refinería La Rábida de Cepsa ha terminado afectando a la playa de Matalascañas, y en menor medida a la costa del Parque Nacional de Doñana. La Junta ha coordinado a 33 operarios de la petrolera que ayer retiraron a mano unos 100 kilos de fuel mezclado con arena de Matalascañas, y accedieron a pie a la playa de Doñana para recoger, una a una, las pequeñas galletas de fuel dispersas por la costa.
La petrolera Cepsa, responsable accidental del vertido de crudo que se produjo en una de sus refinerías, en aguas de Palos de la Frontera, puso ayer a disposición de la Junta a 45 operarios y maquinaria prevista para la retirada del fuel que alcanzó las costas onubenses. La Junta coordinó un dispositivo de prevención en el que participaron 33 técnicos. Éstos tuvieron que recoger las pequeñas manchas de crudo que habían llegado a Matalascañas, que en ese momento contaba con gran afluencia de personas. Se retiraron 100 kilos de hidrocarburo mezclado con arena, lo que supone medio bidón de residuos sólidos (la mayoría de tierra).
La delegación del Gobierno en Huelva aclaró que "son pequeños fragmentos sólidos de hidrocarburo que han ido apareciendo a lo largo del día". Reconoció también que el fuel, "en menor medida", había penetrado en los límites del Parque Nacional de Doñana, contiguo a la playa de Matalascañas. Esta zona, que está detrás de la empalizada del coto, es inaccesible con vehículos, pero se puede entrar a pie. La parte más afectada de Matalascañas es la que está próxima a las urbanizaciones de Caño Guerrero y Pueblo Andaluz.
El vertido que se produjo cuando un petrolero descargaba junto a la monoboya de la refinería de Cepsa dejó caer al mar más de 30 toneladas de petróleo. El Gobierno trató de evitar que el fuel llegase a la costa. Una parte dispersa fue arrastrada hacia el litoral de Mazagón, aunque al final las mareas se llevaron la mayoría del vertido mar adentro. Salvamento Marítimo sigue vigilando por el aire y, por ahora, descarta que el crudo regrese a la costa, pero la Junta asegura que podrían seguir llegando restos de fuel con la bajamar.