Vengo observando estos días las paupérrimas entradas en los campos de fútbol en partidos con aparentes atractivos dentro del fútbol veraniego. Da pena observar las gradas de los estadios vacías con equipos importantes cuajados de internacionales después de haber abonado los organizadores cuantiosas cantidades como caché de los correspondientes clubes. Así es el fútbol en directo de los veranos desde que aparecieron las televisiones.
Sin embargo, el interés del fútbol amistoso no ha disminuido, porque los share de audiencia televisiva de los partidos son importantísimos cuando aparecen aquellos clubes con atractivos para los espectadores. Así que casi nadie en directo y muchos con su copita y tapita delante del televisor en casa.
No es de extrañar que los máximos dirigentes del fútbol busquen ingresos veraniegos extras en las retransmisiones televisivas porque saben que las taquillas en estos encuentros serán famélicas por el poco dinero disponible para el fútbol y por el escaso interés que despierta. Una muestra clara está en la Peace Cup que se está celebrando estos días en los campos andaluces.