Toros

"El fútbol y el toro han cambiado con la sociedad. Ya no se juega en las calles"

Pepín Liria y José Antonio Camacho acapararon la atención del público en la última edición de los ‘Mano a Mano’ de Cajasol bajo el nexo de dos actividades que siempre han ido de la mano.

el 26 feb 2014 / 10:02 h.

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liria-camachoHablar de toros y fútbol es hablar de los dos grandes espectáculos de masas que dividen el ocio en un país que no sabe pasar sus domingos sin oir el toque de silbatos o los clarines. Es cuestión de gustos: césped o albero; calzón o traje de luces. Camacho y Liria; o Liria y Camacho habían sido convocados por la Fundación Cajasol para desentrañar los lugares comunes de estas dos actividades que no se pueden entender sin vocación, pasión y un puntito de masoquismo. Pero ése no era el único nexo común entre ambos personajes. El torero y el entrenador comparten nacimiento murciano y eso debe imprimir carácter. Así lo demostraron en una noche algo fría en lo meteorológico pero muy cálida en el intenso cuerpo a cuerpo –arbitrado por el colegiado José Enrique Moreno– que consiguió llenar la sala Joaquín Turina del centro cultural de la fundación sevillana en el estreno de esta nueva temporada. Fieles a sus respectivas personalidades en el campo y en el ruedo, Camacho y Liria se emplearon a fondo en las remozadas tablas del antiguo Álvarez Quintero –la actual sala Joaquín Turina– pero fue el veterano entrenador el primer encargado de hilvanar los nexos comunes de ambas actividades advirtiendo de que se trata «de los espectáculos más arraigados de España». El veterano futbolista y entrenador explicó que escogió el camino del deporte rey por «vínculos familiares» pero también recordó sus vivencias infantiles en torno al mundo del toro, «acompañando desde muy pequeño a mi padre a ver las corridas». José Antonio Camacho evocó «los focos, el brillo de los trajes» y afirmó que al cabo del tiempo se hizo «amigo de los toreros y admirador de ese mundo». En contrapunto, Pepín Liria afirmó que a él no le habría importado dedicarse profesionalmente al deporte del balón. «Pero cada uno escoge su propio camino en la vida», advirtió el diestro murciano recordando la buena sintonía que mantiene con su paisano José Antonio Camacho, «una persona orgullosa de su tierra de la que, con el tiempo, tuve la oportunidad de recibir su amistad». La dualidad fútbol-toros siguió marcando el camino de la charla bajo la batuta de Moreno. «Son espectáculos diferentes pero muy consolidados», sentenció Camacho afirmando que ambas actividades sí comparten idénticas «disciplina, orden y mentalización». Liria completó la idea avanzada por Camacho añadiendo que «el sentido del espectáculo es distinto; el torero está solo ante el toro y el futbolista juega con un equipo pero te identificas con la misma presión, con la búsqueda del triunfo». La preparación física y mental de toreros y futbolistas fue otro de los hilos comunes abordados por el ex entrenador de la selección china –su última ocupación profesional– y el diestro retirado, que es un consumado jugador de golf. Según la apreciación de Pepín Liria, «el toreo ha evolucionado mucho en la manera de afrontar la preparación». El diestro de Cehegín añadió que «antes era impensable que un torero pasara por un gimnasio o se pusiera en manos de un preparador físico; son cosas que se han ido entendiendo y asimilando gracias a los profesionales del deporte». Pero Camacho redundó en un dato interesante: «el fútbol ha cambiado a la vez que la sociedad». El entrenador recordó que «ya no se juega ni se torea en las calles» concluyendo que «antes todo era mucho más natural y ahora es más dirigido, en el toreo y en el fútbol». En esa línea, Pepín Liria se refirió a la formación de los futuros lidiadores en las escuelas taurinas. «La técnica se enseña pero la personalidad hay que respetarla», afirmó el torero recalcando que «es importante que haya personas que sepan transmitir a los chavales sus experiencias, valores y vivencias». Aunque el murciano aportó otro dato de gran interés para entender la formación actual de los toreros en unos momentos en los que la lidia de un toro bravo ha alcanzado cotas inimaginables en otro tiempo: «el toreo goza de una salud técnica fuera de lo normal», sentenció Camacho abundó en esa idea y rompió una lanza por la difusión de la Fiesta en todos los estamentos de la sociedad. «El fútbol es un espectáculo absolutamente enraizado pero el toreo debería transmitirse y fomentarse mucho más. Los niños van con los mejores, con los que ganan y cuanto más ven una cosa más quieren serlo». El entrenador remachó ese clavo reconociendo que «el fútbol es el que manda pero los toros también generan una fuerte demanda de los aficionados». «Hoy hay fútbol, mañana y pasado también pero eso no ocurre ahora con el mundo del toro», añadió .

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