Los dueños de explotaciones ganaderas pequeñas andaluzas ven su futuro negro. La leche sigue vendiéndose en origen a un precio más bajo de lo que cuesta producirla y de este modo, aseguran, es imposible mantener el negocio. Así lo denunció la pasada semana la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Andalucía, que aseguró a través de una nota que, en el sector caprino, los ganaderos recibían hace un año 0,47 euros el litros, mientras que actualmente están percibiendo 0,35, una cantidad que no les alcanza para cubrir los costes de producción. Esta situación crítica les ha llevado a la pérdida del 20% de las cabezas de ganado, afirman desde la organización.
Estas explotaciones se reparten por distintas provincias de la comunidad andaluza y están más afectadas que las cabañas de bovino, fundamentalmente porque explotaciones de vacas hay menos en la comunidad. "El caprino extensivo es el que más está sufriendo en la región esta crisis", denunció el secretario de Ganadería y Medio Ambiente de UPA-Andalucía, Fidel Casilla, que además, aseguró que a la crisis de precios que hay en el sector hay que sumarle otro contratiempo.
Y éste tiene que ver con movimientos empresariales. La venta de la división lechera de Puleva a la francesa Lactalis ha tenido sus consecuencias negativas para los productores andaluces. "Antes Puleva iba por las explotaciones y recogía la leche, pero ahora los franceses se niegan a hacerlo alegando que hay algunas que no entran en su ruta, y eso está provocando el cierre de muchas de ellas", añadió. Así, explicó que esta situación está afectando especialmente a zonas de las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla. "Y esto ha hundido a muchos ganaderos, porque han llevado a cabo inversiones que ahora no se ven satisfechas, ya que al salir por sí mismos al mercado consiguen peor precio por la leche", sentencia Casilla.
Por ello, muchos han optado por desecar la leche, esto es, transformarla en polvo, para cuando lleguen momentos mejores, si llegan. Otros han preferido fabricar productos artesanales, aunque en muchas ocasiones las inversiones necesarias para poner en marcha una pequeña industria alrededor de este tipo de alimentos son muy elevadas.
"Después de la crisis de precios que venimos soportando, no hay recursos para abrir, por ejemplo, una quesería", recalca el representante de UPA, que asegura que, de seguir las cosas así, desaparecerán muchas explotaciones familiares y "sólo quedarán tres o cuatro grandes, porque las pequeñas están abocadas a echar el cierre".
Asimismo, apuntó al "desastre" que la desaparición de la cabaña caprina puede suponer para la dehesa andaluza, "porque se dejará de pastorear, y esto es fundamental para evitar incendios, entre otras cosas", subraya.
Y de fondo, los precios. "Las grandes cadenas de distribución están llevando a cabo políticas abusivas, al utilizar la leche como producto reclamo y ofrecer precios irrisorios a los ganaderos. Además, se sirven de excedentes a bajo precio procedentes de Francia, Portugal y Alemania, para sus marcas blancas, desplazando de los lineales de los supermercados a las principales marcas de leche españolas", asegura UPA en la nota, en la que exige que se regulen los mercados para obtener "precios justos".
