Economía

El G-20 respira ante la decisión griega por el temor al contagio

Alemania se queda sola en su reticencia a poner dinero sobre la mesa

el 23 abr 2010 / 20:05 h.

Ministros de Economía y gobernadores de los bancos centrales en la reunión del G-20 se organizan para posar.

La decisión de Grecia fue acogida ayer con alivio en Washington. Ministros de Economía y Finanzas del G-20 y altos funcionarios internacionales dieron ayer la bienvenida al paso al frente del país heleno de solicitar la activación del procedimiento de rescate, en medio de temores a un posible contagio.

"Es lo que los mercados esperaban ansiosamente", afirmó la ministra de Economía y Finanzas francesa, Christine Lagarde, quien dijo esperar que la ayuda de su país a Grecia, por un máximo de 6.300 millones, esté disponible entre el 9 y el 10 de mayo.

Similar disposición mostró el titular de Economía italiano, Giulio Tremonti quien afirmó que "cuando ves que la casa del vecino arde hay que darle el extintor". Roma, al igual que París, está lista para desembolsar la ayuda correspondiente, y que en su caso, ascendería a 5.500 millones.

En la misma línea, la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, dijo que España podrá prestar la ayuda solicitada por Grecia "enseguida".

Salgado, que acude a la reunión del G-20 como representante de la Unión Europea, al ocupar España la presidencia de turno de la UE, recordó que la aportación máxima del país será de 3.670 millones.

Contrastó la diligencia con la que respondieron estos países para ofrecer su parte de la ayuda con la postura de Alemania, el país más reacio a dejar dinero a Grecia, que pidió al Ejecutivo heleno intensificar sus esfuerzos para sanear sus presupuestos y aseguró que las especulaciones de los últimos días en los mercados financieros se deben a que Atenas no ha dejado claro cómo va a salir de la crisis. El portavoz de Finanzas dijo que Alemania está dispuesta a hacer su aporte en el marco del plan de ayuda europeo, siempre y cuando la solicitud de ayuda financiera por parte de Grecia sea aprobada por la UE y el FMI.

Señaló que el Gobierno tiene la capacidad de, en caso necesario, adelantar rápidamente el trámite parlamentario para que se aprueben las ayudas a Grecia -los más de 8.300 millones que le corresponden- aunque agregó que de momento no hay urgencia.

La canciller alemana Angela Merkel apostilló que la ayuda sólo se activará si es "totalmente necesario" e incidió en que esta intervención está sujeta "a unas condiciones muy estrictas".

El paquete de ayuda de la Zona Euro asciende a los 30.000 millones y cada país tendrá que aportar en función de su participación en el capital del Banco Central Europeo (BCE).

La buena acogida a la decisión -también respaldada por la Casa Blanca- coincide también con el temor a un posible contagio a otros países de la UE con alto endeudamiento fiscal.

En ese sentido, el presidente del banco central alemán (Bundesbank), Axel Weber, dijo ayer que el riesgo de contagio de la crisis griega ha subido en las últimas semanas y advirtió de que muchos países tienen déficit excesivos. No obstante, precisó que la situación en Grecia no plantea un verdadero problema para el euro, que "es todavía una divisa estable en los mercados financieros", señaló.

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