Cultura

'El Gancho', el único periódico infantil de España, se hace en Sevilla

Alude a su objetivo de "enganchar" a los niños con la lectura, una labor que es aprovechada por 300 colegios que son suscriptores.

el 04 ene 2014 / 18:42 h.

Niños de una clase con el diario 'El Gancho'. Niños de una clase con el diario 'El Gancho'. / Foto: El Gancho El único periódico infantil de España, dirigido a niños de entre 6 y 12 años, se edita e imprime en Sevilla con el nombre deEl Gancho, que alude a su objetivo de "enganchar" a los niños con la lectura, una labor que es aprovechada por 300 colegios que son suscriptores, en su mayoría en Andalucía.   No obstante son las ciudades de Madrid y Barcelona, con Sevilla en tercer lugar, las que tienen mayor número de seguidores de su edición digital, que registra unos 30.000 usuarios, algunos de ellos profesores de español de países como Canadá que emplean el periódico como herramienta didáctica en sus clases, según han asegurado a Efe las directoras de El Gancho, Macarena Vorcy y Marta Baturone.   El Gancho, según Vorcy, "se ha convertido en una herramienta de trabajo en muchos colegios cuando los profesores han comprobado que los niños se divierten leyéndolo y que se trata de un elemento de entera confianza, que además sirve para acercar a los escolares a las bibliotecas de los colegios; los profesores han comprobado que no tienen que convencer a los niños para que lo lean".   La edición en papel del periódico, siempre de 16 páginas en color y numerosas ilustraciones, se publica ininterrumpidamente desde febrero de 2007, primero de manera quincenal, gratuita y con una distribución de 95.000 ejemplares para, desde septiembre pasado, venderse a un precio de 1,20 euros el ejemplar -10 euros la suscripción anual- y distribuir 25.000 ejemplares.   En los colegios la suscripción de 50 ejemplares mensuales cuesta 95 euros y es igualmente demandado por colegios públicos, concertados o privados, de modo que en unos casos la suscripción es costeada por las asociaciones de padres o en otros por la partida para fomento de la lectura y mantenimiento de la biblioteca.   Las responsables de El Gancho aseguran estar acusando "la necesidad de cruzar fronteras", ya que, actualmente, la edición on line tiene los mismos lectores en México que en España, sin haber efectuado ninguna actividad de promoción en ese país.   Edición digital de 'El Gancho'. Edición digital de 'El Gancho'. Precisamente, son niños mexicanos los que, de manera espontánea, han protagonizado la sección central del periódico contando en los textos que han enviado cómo pasan las Navidades en su país, ya que el periódico recoge habitualmente aportaciones de sus lectores, desde chistes hasta "inventos" para preservar el medio ambiente que, en algunos casos, proceden de previos concursos escolares.   Entre los suscriptores particulares, que en un trimestre llegan casi a un millar, son numerosas las familias españolas residentes en el extranjero para quienes, según Vorcy, el periódico supone "seguir en contacto con su idioma natal".   Las secciones, que son las habituales de un periódico generalista, son supervisadas por un gabinete psicológico externo para garantizar el equilibrio de los contenidos, lo que según Vorcy, ha hecho que sea igualmente recibido en colegios públicos o centros religiosos.   El Gancho también ha dado nombre a un campamento escolar de verano de diez días del que ya se han celebrado dos ediciones y que tiene al periódico como centro de sus actividades, y a la edición de dos libros, uno que recoge las principales entrevistas hechas a personajes populares y la que recoge una antología de la sección más leída, los chistes de la contraportada.   Durante la cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, mañana, serán repartidos 15.000 ejemplares del último número de El Gancho, el 65, a razón de 5.000 por cada carroza de Rey Mago.   El nombre del periódico, además de su relación con el hábito de la lectura, alude también al mundo de los piratas, de ahí que el personaje de "Ganchete", un loro, forme parte tanto del logotipo como del uniforme de los vendedores del periódico, que entre sus misiones tienen una visita periódica a los colegios suscriptores y donde son recibidos como auténticos personajes a quienes se les piden hasta autógrafos.

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