Vuelven los temores internacionales y el encarecimiento de las emisiones españolas de deuda. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, aseguró ayer que el objetivo de rebajar el déficit público al 6% del PIB en 2011 es incondicional, por lo que si el comportamiento de la economía el año que viene es "menos positivo" de lo previsto, se adoptarían nuevas medidas de ajuste del gasto.
En la rueda de prensa para valorar el dato del IPC de julio pasado, Campa insistió en que el objetivo de estabilidad presupuestaria para el periodo 2010-2013 es prioritario en lo que a la política económica se refiere y para no desviarse del mismo se tomarán las decisiones que sean necesarias.
No obstante, aseguró que el Gobierno no cuenta con "información adicional" que le lleve a plantearse cambios en el cuadro macroeconómico, con lo que se mantiene la previsión para este año, en el que se espera una caída del PIB del 0,3%, pero sin que se registren tasas intertrimestrales negativas.
Explicó que en la medida en que el objetivo de déficit se vaya cumpliendo, se podrían reasignar recursos para recuperar algunas de las obras públicas paralizadas o aplazadas, en línea con lo anunciado esta semana por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Campa no quiso dar detalles al respecto, a la espera de que se concreten en septiembre los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, aunque dijo que el margen para semejante reasignación presupuestaria podría venir dado por los recortes del coste de financiación de la deuda española.
En este sentido, apuntó que, aunque es difícil prever la evolución de los mercados, en la elaboración de las cuentas de 2011 se está contando con una "caída sostenida" de la carga financiera asociada a la deuda del Estado.
En este contexto, la prima de riesgo ofrecida por los bonos españoles a diez años respecto al bund alemán se colocó ayer en 177 puntos básicos, el nivel más alto del diferencial entre ambos en prácticamente cuatro semanas ante la incertidumbre sobre la solidez de la recuperación en la segunda mitad del año.
Así, los bonos españoles con vencimiento a diez años ofrecían una rentabilidad del 4,19%, frente al rendimiento del 2,42% abonado por sus homólogos germanos, que siguen encadenando mínimos en la retribución ofrecida a los inversores ante el aumento de su demanda.
El pasado martes, la Reserva Federal de EEUU decidía retomar sus compras de bonos del Tesoro al observar una ralentización del ritmo de la recuperación, mientras apenas un día después era el Banco de Inglaterra el que auguraba un crecimiento más débil de lo previsto para el resto de 2010, mientras que en el día de ayer los expertos consultados por el BCE revelaban un creciente pesimismo para el año que viene.
José Blanco: «Todos decimos lo mismo»
El ministro de Fomento, José Blanco, afirmó ayer que "sobre el ajuste presupuestario hemos dicho todos lo mismo". Así respondió Blanco al ser preguntado si había contradicciones en lo que habían declarado estos días el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y él mismo. El titular de Fomento explicó que su departamento reducirá las inversiones en los presupuestos del próximo año en un 40%, lo que supone 3.500 millones de euros. Blanco dijo que este ajuste significará establecer prioridades y, aunque "en ningún sitio se pueden mantener los plazos previstos" de la obra pública, habrá infraestructuras en las que será "el menor posible", como el caso de la autovía del Cantábrico, por ser prioritarias, debido a su vertebración del territorio o volumen de tráfico u otros criterios.
Optimismo y pesimismo se mezclan en Europa
Mezcla de optimismo y pesimismo en el Viejo Continente. El Banco Central Europeo (BCE) mantiene sus previsiones para este año (1,1%) pero rebaja una décima, hasta el 1,4%, los cálculos de crecimiento de la Zona Euro relativas a 2011, de acuerdo con los resultados de una encuesta a profesionales publicada en el boletín mensual de agosto de la entidad emisora.
Además, la situación va a seguir siendo desigual entre los socios de la Eurozona, como explicó Hans Bevers, economista del banco belga KBC, quien auguró una "robusta" expansión del 0,6% en el segundo trimestre, gracias al motor de "Alemania, que ha sido capaz de aprovecharse de la recuperación global para exportar sus bienes".
La oficina de estadística comunitaria, Eurostat, publicará hoy los datos de PIB de la zona euro y la Unión Europea (UE) relativos al segundo trimestre del año que, según las previsiones consultadas, constatarán una moderada recuperación económica.
Las propias previsiones de la Comisión Europea auguran un crecimiento del Producto Interior Bruto del 0,4% para el Eurosistema y del 0,5% para el conjunto de los Veintisiete en el segundo trimestre, lo que supera con creces el aumento del 0,2% registrado en ambas zonas de enero a marzo y que supondría el cuarto trimestre consecutivo en positivo.
Mientras, la economía de Grecia se contrajo entre abril y junio un 1,5% con respecto al primer trimestre, medio punto más de lo anticipado por los analistas, mientras que el desempleo subió hasta el 12%, informó ayer el servicio de estadística del país helénico.
Los recortes salariales y pensiones de los funcionarios, el incremento del IVA y de otros impuestos, con el objetivo de sanear las cuentas públicas han empeorado la recesión de la economía griega.
