Virgilio Sañudo, con responsables de los medios de comunicación de Sevilla.
El general jefe de la Fuerza Terrestre, Virgilio Sañudo Alonso de Celis, dejará en julio su responsabilidad al frente de las tropas españolas, con sede en Sevilla, en las dependencias de la antigua Capitanía General. Sañudo será relevado este verano, cuando pase a la reserva al cumplirse los diez años de su ascenso a general, lo que le obligará a dejar su actual puesto en la jefatura del Ejército de Tierra, que asumió en septiembre de 2007 en sustitución del general Pedro Pitarch. Para entonces habrá cumplido ya los 64 años y rozará los cuatro al frente de la Fuerza Terrestre.Sañudo dio a conocer él mismo su paso a la reserva en un desayuno informativo en el que hizo balance del último año y de los planes de futuro para sus tropas. Su sustituto, que será nombrado por el Consejo de Ministros, no será designado hasta que Sañudo abandone su puesto, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Defensa. No son muchos los militares cuyo perfil les permita optar a asumir la jefatura del Ejército de Tierra, ya que los generales de división que podrían ser ascendidos apenas rondan la decena.
Sañudo fue ascendido a teniente general y designado para el puesto en septiembre de 2007. Sustituyó a Pedro Pitarch, que ocupó el cargo poco más de año y medio, tras ser nombrado apresuradamente tras la destitución fulminante del general Mena por sus críticas al Estatuto catalán.
Durante su mandato, Sañudo ha dirigido la retirada de las tropas españolas destinadas en misión internacional en Kosovo y Bosnia. La preparación de las unidades que van a ser destinadas a zonas operativas en el exterior ha sido considerada por el general en numerosas ocasiones como la principal misión del Ejército de Tierra. Así lo manifestó ante la ministra de Defensa, Carme Chacón, que visitó hace apenas 15 días el cuartel general de la Fuerza Terrestre para conocer las aplicaciones informáticas con las que los soldados se entrenan y con las que se realiza un seguimiento de las tropas donde están desplegadas.
La Fuerza Terrestre aglutina a 45.000 soldados de las principales unidades del Ejército, repartidas por todo el país: Legión, infantería, artillería, caballería, brigadas mecanizadas, tropas de montaña, ingenieros, operaciones especiales y las comandancias de Baleares, Ceuta y Melilla.
Mantener el rumo. El trabajo está hecho, sólo queda consolidarlo. Con esa seguridad sentenció ayer el general Sañudo los objetivos del Ejército de Tierra para 2011, después de haber logrado en los últimos años asentar las bases de la formación que reciben los soldados.
Una formación muy centrada en las misiones internacionales que en los últimos años han sido prioritarias para el Ejército, y que se ha dotado de las últimas herramientas informáticas para simular las zonas de operaciones y que los soldados se familiaricen con ellas antes del entrenamiento real. Estos sistemas también han dotado de más seguridad al Ejército al mejorar el control en zonas de riesgo. Sañudo ha explicado en distintas ocasiones que su misión es “seleccionar a los mejores, para hacerlos mejores” gracias a este entrenamiento.
A pesar de ello, el general no ha olvidado acentuar la importancia del compromiso de los soldados con problemas vigentes en la sociedad española como la violencia de género o el consumo de alcohol y estupefacientes, contra los que ha lanzado una campaña cívica. Ayer, Sañudo volvió a destacar su “tolerancia cero” con estas conductas indeseadas en el Ejército y remarcó que cualquier militar con este tipo de actitudes debe ser expulsado de las Fuerzas Armadas.
