El último informe del Tribunal de Cuentas sobre la situación económica de Marbella refleja la "pésima gestión" de los diferentes gobiernos del GIL. Entre 1991 y 2006, el Ayuntamiento transfirió 653 millones de euros a las sociedades municipales "sin sujetarse a ningún control".
Hasta el 31 de diciembre de 2005 el desequilibrio en las cuentas era de 335 millones de euros, según el informe del Tribunal de Cuentas. El documento del órgano fiscalizador determina que durante los gobiernos del GIL y el tripartito formado por los expulsados del PSOE, ex miembros del GIL y del PA, "se estructuró una organización administrativa que permitió la apropiación indebida de fondos" del consistorio.
El agujero creado en las arcas municipales llegó a los 190 millones de euros sólo en las enajenaciones de inmuebles a precios muy inferiores a los del mercado, "con importantes plusvalías a favor de los adquirientes en operaciones cercanas en el tiempo".
El Tribunal de Cuentas detecta también pagos de proyectos a obras ya ejecutadas, por trabajos no realizados y actuaciones facturadas a precios "muy superiores a los de mercado".
La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, afirmó que el Ayuntamiento "analizará con detenimiento todas las actuaciones legales" que permitan la devolución del patrimonio esquilmado al municipio. La regidora tildó las conclusiones del informe de fiscalización de "demoledoras para los intereses de la ciudad".
Se trata de la revisión del último periodo de tiempo en los que gobernó el GIL que le quedaba por auditar al Tribunal de Cuentas, entre 2002 y principios de 2006. Durante este tiempo el informe revela un déficit por habitante de 2.669 euros.
En cuanto a los ingresos el estudio es bastante contundente: "Han gastado sin ningún control hasta lo que no tenían". Tal es así que los derechos pendientes de cobro alcanzaban los 203 millones de euros, de los que 97 podrían estar prescritos.
