El Gobierno español reclamará al de Alemania que indemnice a los agricultores por las pérdidas que padecen debido a la crisis del pepino. Hasta ahora, el Ejecutivo de Angela Merkel tan sólo se había comprometido a negociar con la Comisión Europea fondos para el campo español, pero con cargo a las arcas comunitarias.
Así lo anunció ayer la ministra de Asuntos Exteriores , Trinidad Jiménez, quien aseguró que el Ejecutivo español había alertado al alemán de que tenía que actuar con cautela en esa cuestión dado que se desconoce la procedencia de la bacteria.
"El desconocimiento hizo que se gestionara de manera equivocada", apuntó. Por tal razón, la ministra señaló que el Gobierno de España exigirá al de Angela Merkel indemnizaciones por el daño causado al campo, y destacó que el Ejecutivo central trabajará para compensar estos perjuicios en el sector agrícola. No son suficientes las "disculpas" que, dijo la ministra, ya ha pedido Alemania.
Jiménez descartó que esta crisis vaya a afectar a las relaciones que mantienen España y Alemania. "Tenemos una excelente relación y si ha habido algún error, se va a tratar de corregir, pero lo que importa es poder resarcir de los daños a los productores afectados, al campo español, desde la base de la cooperación y colaboración que tenemos que mantener para poder avanzar en todos los asuntos que son de interés para ambos países".
Con respecto a la facilidad con la que se está extendiendo la enfermedad en varios estados, la titular de Exteriores destacó que estamos ante un problema grave de salud pública, de una bacteria de la que "se desconoce" aún hoy su procedencia. En este sentido, Jiménez recordó que el origen no estaba en las hortalizas que se cultivan en España.
Rosa Aguilar, titular de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino , indicó ayer que planteará en el próximo Consejo de Ministros de Agricultura extraordinario de la Unión Europea que se necesita un "fondo excepcional" para hacer frente al daño que se le ha hecho a productores y empresas españolas y andaluzas "con la denuncia infundada, injusta e irresponsable" de la senadora alemana que apuntó con dedo acusador a España.
Comentó que había pedido también a la UE que se restablezcan rápidamente relaciones con Rusia, ante su decisión de cerrar las fronteras a las cosechas comunitarias. España, recordó, ya ha mandado todos los análisis y pruebas "para que vean que no hay ningún problema ni en los pepinos, ni en ningún otro producto hortofrutícola español". "Pueden consumirlo con absoluta garantía, seguridad y tranquilidad".
Sobre la decisión de Estados Unidos de extremar la vigilancia sobre las importaciones europeas de tomate, pepino y lechuga, Rosa Aguilar consideró que cuanto más control haya, "mejor para nosotros, porque nuestros alimentos son seguros".
En cuanto a las indagaciones que se realizan en Alemania , ayer se conoció que al menos 17 de los infectados por el brote de la bacteria E.coli comieron en el mismo restaurante, localizado en la ciudad alemana de Lubeck, cerca de Hamburgo, entre los días 12 y 14 de mayo, según informaron fuentes médicas al diario local Lubeck News.
"El restaurante no tiene culpa, pero la cadena de suministro podría proporcionarnos la prueba crucial para descubrir cómo ha comenzado a circular esta enfermedad", explicó el microbiólogo Werner Solback, del hospital de Lubeck. Los afectados proceden de "diversos grupos" no relacionados que enfermaron tras haber ingerido comida en el restaurante a mediados del mes pasado.
