Los organismos internacionales temen que el dragado afecte a las marismas del Doñana. / El Correo
Los regantes aseguran que el Ministerio de Medio Ambiente comparte sus tesis sobre el dragado de profundización que promueve el Puerto de Sevilla. Y lo defienden porque tras su reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente , Federico Ramos, éste les transmitió un mensaje tranquilizador: «No consentirá la salinización del estuario». Incluso, aseguran, Ramos consideró que no se dan las condiciones para llevar a cabo esta excavación en el canal de navegación del Guadalquivir porque ni se acometieron las obras para proteger las márgenes (no sólo las de Doñana) ni las de modernización del regadío del arroz. El Puerto ya tiene presupuesto para lo primero, pero el segundo proyecto tiene cero euros, por eso Feragua exigió que el Gobierno reclame fondos europeos.
Según explicó ayer a este periódico el presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, Ramos no dijo que el proyecto del dragado se vaya a rechazar, pero aseguró que velará por que el proyecto no afecte negativamente al arroz y a todo el regadío de la Cuenca del Guadalquivir, lo que para los regantes implica que se deben acometer esas dos obras «antes o al mismo tiempo» que el dragado.
«Ramos está de acuerdo con nosotros en esto, no se puede dragar sin llevar a cabo estas dos obras», sentenció Cepeda, que dijo defender el dragado pero si se cumplen esos dos condicionantes.
En contra, el Puerto, empresarios y sindicatos piden que se aceleren los trámites porque para no perder los fondos europeos (el 80 por ciento) la obra del dragado debe empezar en junio.
