Vista de la chimenea de refrigeración de Ascó (Tarragona).El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que las centrales nucleares que no aprueben los test de estrés que se realizarán durante este año para examinar su grado resistencia a catástrofes naturales, terremotos o tsunamis, o atentados terroristas, tendrán que cerrar.

"Deben ser unas pruebas de esfuerzo muy rigurosas, que incluyan no sólo el riesgo de catástrofes naturales, incluyendo el peligro de inundación, sino también la posibilidad de accidentes, siniestros aéreos o de ataques terroristas", afirmó el ministro tras la reunión extraordinaria del Consejo de Energía de la UE convocada para examinar el impacto de la crisis de Japón y Libia. "Si las centrales nucleares no superan esas pruebas habrá que prescindir de su actividad", aseguró. "La seguridad es la primera variable que los gobiernos y los organismos reguladores van a tener en cuenta", insistió.

No obstante, en el caso de las centrales españolas, no hay posibilidad de tsunami y ya ha habido informes sobre riesgos sísmicos. "No está de más que haya un test complementario, pero ese riesgo sísmico ya está incorporado en la autorización de las centrales", argumentó. También se analizará el riesgo de inundación, aunque, según recordó el titular de Industria, ya fue una de las condiciones consideradas por el Consejo de Seguridad Nuclear que revisa cada 10 años de forma "exhaustiva" la seguridad de las centrales nucleares.

La refrigeración. Eso sí, las pruebas de resistencia tendrán "muy en cuenta" el funcionamiento de los "sistemas auxiliares de refrigeración" porque "es donde ha fallado aparentemente la central de Fukushima". También el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, defendió "la calidad" de los sistemas de refrigeración y diseños de las centrales, para ver sobre todo "que cuentan con un sistema de suministro eléctrico de seguridad" alternativo.

Por su parte, el ministro de Energía húngaro, Tamas Fellegi, confirmó que los 27 discutieron la posibilidad de cerrar centrales si no pasan las pruebas, aunque no quiso entrar en detalles ni confirmar si todos respaldan este punto. España ya ha dicho que sí.

El ministro de Industria habló específicamente de la central de Garoña, cuyo cierre está previsto para el 2013. Así matizó que "hoy por hoy" el Ejecutivo mantiene la fecha de cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), pero que la decisión final dependerá de lo que ocurra con el resultado de las pruebas de resistencia que realizará el Consejo de Seguridad Nuclear. "Vamos a ver el resultado del nuevo test y, en función de lo que ocurra, el Gobierno tomará la decisión que, hoy por hoy, es la de mantener la fecha de cese de actividad en 2013". Con lo que el futuro de la planta burgalesa sigue en el aire hasta que se realice la citada prueba.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, coincidió con Sebastián respecto al cierre de Garoña, y señaló que el Partido Popular estará "a lo que digan los técnicos, a lo que diga el Consejo de Seguridad Nuclear". Además, Rajoy, afirmó que, después de la crisis provocada en Japón como consecuencia del tsunami, es necesario realizar "un gran esfuerzo para garantizar cada vez más la seguridad de las centrales nucleares".

Ante esta situación, el Foro Nuclear también quiso pronunciarse y reiteró que las centrales españolas cumplen el "máximo nivel de seguridad" y que operan con unas bases de diseño "sólidas" establecidas por los estándares de seguridad nacionales e internacionales, y que trabajará para cumplir las nuevas exigencias promulgadas.