El Ministerio de Industria prevé que la tarifa eléctrica de último recurso (TUR), que se aplica a los consumidores que aún no están en el mercado liberalizado, se congele en su próxima revisión, prevista para el 1 de abril, informaron fuentes oficiales.
El departamento que dirige Miguel Sebastián espera que la puja de energía (Cesur), que se celebrará el 22 de marzo y mediante la que se determina el coste de la energía en función de su evolución en el mercado, arroje un previsible descenso en los precios por razones estacionales (fundamentalmente debido a la alta hidraulicidad registrada en el periodo) lo que, de cumplirse, serviría para compensar el importe de la parte regulada de la tarifa y para reducir el déficit tarifario (desfase entre ingresos y costes eléctricos).
Según fuentes del sector, Industria ha propuesto que la parte de la tarifa que fija el Gobierno de acuerdo a los denominados costes de peaje (uso de redes, primas de las energías renovables y otros conceptos), y que pesa en un 50% en la tarifa, se incremente un 12,5% en la próxima revisión para el consumidor doméstico, según el borrador de orden enviado por el Ministerio a la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Sin embargo, la previsible reducción de precio que arroje la subasta Cesur permitirá que el impacto para los consumidores sea cero.
