La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, destacó ayer que el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo para el segundo rescate a Grecia ha supuesto la construcción de un "muro muy fuerte y muy grueso" frente al contagio en otros países, además de un "aviso" a las agencias de rating, cuya opinión, dijo, ya no va a ser la única a tener en cuenta.
"Existe un apartado en la declaración que se hizo ayer para reducir la dependencia de las agencias de rating, es decir, que les da un pequeño aviso: no vamos a considerar vuestra opinión como la única opinión que tenemos que tener en cuenta", explicó la vicepresidenta.
Salgado, en declaraciones a la SER, subrayó que el pacto sobre Grecia debería comenzar a rebajar "rápidamente" la inestabilidad actual que reina en los mercados. "Solucionados los problemas que están fuera de España, es esperable y sería justo y deseable que los intereses que tengamos que pagar vuelvan a niveles inferiores", dijo.
Sin embargo, las agencias de calificación crediticia volvieron ayer a la carga. Fitch Ratings otorgará a Grecia una nota RD, equivalente a un impago restringido o selectivo, a raíz del rescate para el país heleno alcanzado este jueves por los jefes de Estado de la Eurozona, que implica una quita del 20% en la deuda mantenida por el sector privado. Fitch, asimismo, considera tal implicación privada en el rescate "un precedente" a la hora de analizar la situación de Portugal e Irlanda.
"Fitch situará la nota soberana de Grecia en default restringido y asignará calificaciones de impago a todos los bonos griegos afectados", anunció la calificadora de riesgos. Asimismo, la agencia situará en default la calificación de todos los bonos griegos afectados por el plan de canje. La participación del sector privado en el nuevo plan de apoyo financiero a Grecia constituye, en opinión de Fitch, un "impago restringido" y el canje de deuda propuesto implica, según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), una devaluación del 20% para los bancos y otros acreedores del Estado heleno.
En concreto, la banca privada refinanciará el 90% de la deuda griega en sus manos. Así su participación estará compuesta de una contribución neta de 37.000 millones y 12.600 millones para la recompra o canje de deuda en vigor. En total de 49.600 millones de euros hasta 2014.
Por su parte, Bruselas cree que la declaración de impago parcial de Grecia por parte de las agencias durará sólo "unos días".