El Gobierno, tras el encuentro que mantuvo ayer con IU, PNV y CiU, se mostró más que optimista con lograr el respaldo necesario para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2009. Los nacionalistas vascos, los menos resistentes a darle sus votos, agradecieron al Ejecutivo su "sensibilidad".
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó que el Gobierno es optimista respecto a lograr los votos necesarios para la aprobación de los Presupuestos y añadió que los grupos con los que se ha reunido el Ejecutivo piensan que su diagnóstico es correcto. Ocaña subrayó que es un "un poco pronto" para conocer qué grupos apoyarán las cuentas del Estado e incidió en que en esta primera ronda el Gobierno lo que hace es plantear a todos los grupos su disposición a negociar y conseguir apoyos, "no de cualquier manera, sino con unos planteamientos de austeridad, gasto social e inversión en infraestructuras".
La formación que, en principio, está más próxima al Gobierno es el PNV. Su portavoz, Josu Erkoreka, afirmó que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, es sensible a las peticiones de su grupo sobre los Presupuestos, aunque aclaro que todavía no hay nada decidido. Para el diputado del PNV, la solución pasa por adoptar medidas sociales que permitan resistir los embates de la crisis y aprovechar la situación para invertir en economía productiva, "para salir de la crisis con una política más saneada y competitiva, que reduzca el déficit y permita corregir algunas de las irregularidades".
Más reacios. Mientras tanto, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, afirmó que su grupo no puede aprobar los Presupuestos si no hay acuerdo sobre la financiación autonómica, "en particular la de Cataluña", un acuerdo que ve "muy difícil" que se produzca antes del debate las cuentas. Duran pidió también que liquide "correctamente" los compromisos de gasto adquiridos en los PGE pasados.
Finalmente, los diputados de IU, Gaspar Llamazares, y de ICV, Joan Herrera, afirmaron que hay "profundas distancias" para que su grupo apoye los PGE, debido a su bajo contenido social y a que todavía no hay acuerdo sobre financiación autonómica y local. Herrera mostró su preocupación por que los Presupuestos sean "de crisis y no sociales, o de cambio de modelo de desarrollo". Llamazares destacó que el PSOE se ha dado un "encontronazo" con la realidad, al ir la crisis más allá de sus previsiones, lo que hace, añadió, que el Ejecutivo se encuentre en "arenas movedizas, con una crisis en pendiente, en la que no se sabe cuáles son sus dimensiones".
