El Parlamento andaluz acogerá en los próximos días un nuevo debate sobre financiación autonómica. Es un hecho extraordinario que la Cámara, ya de vacaciones para la celebración de plenos, retome el pulso y la agenda para convocar a sus diputados. El Gobierno andaluz ha solicitado la celebración de ese pleno para explicar su posición antes de que se celebre la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), previsto para el 15 de julio.
El portavoz del Gobierno andaluz, Manuel Pérez Yruela, explicó tras el Consejo de Gobierno que aunque aún no está cerrado, probablemente será la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, la que exponga esa posición del Ejecutivo a los grupos.
En ocasiones anteriores, los partidos políticos andaluces han conseguido sellar una posición común en materia de financiación autonómica. No en vano PSOE, PP e IU pactaron el capítulo de financiación del Estatuto que inspira la posición de Andalucía. En enero de este mismo año el Parlamento andaluz rechazó por unanimidad una financiación que dé privilegios o limite la solidaridad. A pesar de una sonora bronca previa, los tres partidos reeditaron su alianza estatutaria. Unos meses antes, hace ahora un año, los grupos también sellaron un acuerdo. Sin embargo, en la que parece la recta final definitiva de la negociación, esas posiciones unánimes no parecen posibles. Las críticas de PP e IU arrecian y se endurecen, por más que semanas atrás el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, reclamara un frente común que refuerce la posición de Andalucía. En el último debate celebrado en la Cámara sobre las medidas anticrisis, PSOE, PP e IU no votaron juntos ni una propuesta del capítulo de financiación. El debate que ahora acoja el Parlamento no votará ninguna iniciativa. Será sólo un careo del Ejecutivo con la oposición.
El líder del PP andaluz, Javier Arenas, criticó ayer en Almería que el nuevo sistema de financiación para Andalucía se debata en una reunión de "segundo nivel", al contrario de como lo han hecho el resto de comunidades, "donde los presidentes se han reunido con la ministra de Economía", dijo. Después, la Junta anunció que habrá una cita entre Griñán y la ministra Salgado.
El líder del PP advirtió de que que el nuevo modelo de financiación "no debe firmarse si no se tienen en cuenta las resoluciones aprobadas en el Parlamento andaluz", basadas en el principio de "solidaridad" entre los territorios así como "no aceptar privilegios, ni discriminaciones". Para Arenas, el problema de fondo que subyace en este nuevo modelo es el Estatuto de Autonomía de Cataluña, ya que, a su juicio, "Zapatero tiene que aceptar sus reivindicaciones para no poner en peligro su sillón en La Moncloa, y tener que convocar elecciones anticipadas". Todo apunta a que el PP a escala nacional se descolgará del acuerdo de financiación. Comunidades como Madrid, que hasta ahora habían sido proclives al modelo por mejorar notablemente sus ingresos, señalaron ayer que el sistema está "en el alero" y es "difícil" cerrar un acuerdo en una semana "con tantas incógnitas", declaró su consejero de Economía, Antonio Beteta.
Por su parte, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, aseguró que la reunión de ayer no sirvió "para nada", pues "seguimos sin tener una cifra total y concreta para Andalucía y sin saber qué va a pasar con los fondos de solidaridad y compensación". "Tenemos más de lo mismo, es decir, nada", lamentó.
El presidente andaluz y el de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, celebraron ayer un almuerzo privado. El dirigente extremeño aseguró al término que ni Andalucía ni Extremadura van a aceptar el criterio de exigencia fiscal que reclama Cataluña como factor para repartir los fondos. Ambas comunidades quieren que prime el criterio territorial, porque tienen "razones para ello". El Gobierno andaluz trató ayer de desvestir de formalidad este encuentro. Preocupa que se traslade que Andalucía y Extremadura, ambas comunidades socialistas, están haciendo un frente común contra Cataluña.
