Aunque la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, aseguró ayer que "no está encima de la mesa" un recorte de las prestaciones por desempleo, dejó abierta la posibilidad de no prorrogar las ayudas de 426 euros a los parados que hayan agotado el paro y el subsidio, una vez finalice el programa en vigor el próximo mes de agosto. Dos días antes de que el Gobierno apruebe las medidas de ajuste de déficit para los años 2010 y 2011, Rojo aseguró a los medios de comunicación que "el sistema de protección por desempleo no está en la mesa del diálogo social".
No obstante, añadió que "una cosa es mantener el sistema de protección por desempleo, que no se ha planteado nunca su modificación", y otra "si procede o no la prórroga del Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (Prodi)".
Así, recordó que esta ayuda de 426 euros "es coyuntural" y, de hecho, ya ha sido prorrogada en dos ocasiones, por lo que nuevamente habrá que plantear si se mantiene o no a partir de agosto de 2010, mes en el que finaliza el programa actualmente en marcha. "Es algo que habrá que ver en su momento", abundó.
Por otro lado, Rojo reiteró que la voluntad del Gobierno es tener una reforma laboral en mayo y, preferiblemente, fruto del acuerdo con los agentes sociales.
"En ese contexto seguimos trabajando, estamos activos y confiamos en que efectivamente en un plazo corto cerraremos el tema", afirmó para añadir que el Gobierno es consciente de que las negociaciones se mueven en "tiempos muy cerrados".
"Vamos a seguir confiando y vamos a trabajar intensamente esta semana con la idea de que es mejor el consenso y el acuerdo que una decisión unilateral del Gobierno", apostilló.
Movilizaciones. Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, criticó ayer el "absentismo" del Gobierno, "especialmente en las últimas reuniones", de la mesa de negociación de la reforma laboral, y aseguró que "hoy se está más cerca del escenario de huelga general que hace una semana".
Toxo advirtió así en una reunión condelegados en Sevilla de que ya está preparado el borrador de reforma laboral, ante el que planteó "serias dudas de que pueda pasar el filtro del Parlamento, al igual que los recortes que se presentarán este jueves, por falta de consenso", y pidió al Gobierno "más diligencia" en la mesa de negociación. Además, aseguró que las medidas planteadas por el Gobierno "no se podían hacer a toda costa" y son "inadecuadas en el tiempo".
Así, invitó al Ejecutivo a negociar con sindicatos y empresarios para buscar un "amplio consenso" para llevar a cabo medias políticas, económicas y sociales "que se relacionen más con la realidad". Apoyó la movilización del área pública, prevista para el 8 de junio, y abogó por impulsar la movilización de los pensionistas de toda España en las próximas semanas. También apostó por iniciar un debate en los centros de trabajo de cara a una posible huelga general. "No es un escenario deseable, pero se trata de un giro inoportuno por parte del Gobierno", sentenció.
Por su lado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, convocará mañana a petición de CCOO y UGT la reunión extraordinaria de la Comisión de Seguimiento del Diálogo Social para informar de las medidas de recorte en el gasto público antes de su aprobación en el Consejo de Ministros.
