El Gobierno garantiza que no ha hecho concesiones a Marruecos para que aceptara ayer de madrugada el regreso de la activista saharaui Aminatu Haidar y atribuye la resolución de este conflicto a las intensas gestiones diplomáticas realizadas, pero los partidos de la oposición no han tardado en pedirle explicaciones.
Además de regresar a casa, Haidar ha conseguido reavivar el debate sobre el conflicto saharaui. Tanto el PP como IU consideran que sí ha habido cesiones a Marruecos y citan en concreto el último párrafo del comunicado que difundió el Gobierno el jueves, cuando era inminente la salida del avión de Haidar, que decía que "mientras se resuelve el contencioso, en conformidad con la posición de Naciones Unidas, España constata que la ley marroquí se aplica en el territorio del Sáhara Occidental".
Fuentes del Ejecutivo admitieron que el comunicado se consensuó con Francia, clave en la resolución del conflicto, y con las autoridades marroquíes, pero garantizaron que con ese párrafo España no reconoce nada nuevo y se limita a "constatar" una situación ya recogida en resoluciones internacionales. Tras la reunión de ayer del Consejo de ministros, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, destacó que la posición española ante el conflicto del Sáhara Occidental es "la de siempre": buscar un acuerdo justo para las partes "que lleve consigo la libre autodeterminación del pueblo saharaui en el marco de las resoluciones de Naciones Unidas".
De la Vega también agradeció públicamente la colaboración de Francia, EEUU, la UE y la ONU en este caso porque, aseguró, "de otra manera hubiera sido muy difícil solucionar esta situación".
Sin embargo, el responsable de Justicia del PP, Federico Trillo, denunció la "torpeza" del Gobierno porque Marruecos ha conseguido su "objetivo": el "reconocimiento" de su "presencia jurídica y legitimidad" en el Sáhara Occidental, y "ahora España tiene mucho que temer". En el mismo sentido criticó al Gobierno la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien se congratuló del regreso de Haidar al Sáhara, pero anunció que los populares pedirán explicaciones por la "concatenación de mentiras".
En concretó, lamentó que Moratinos, "supiera y conociera que la señora Haidar iba a ser expulsada por Marruecos" y lo "ocultara" a la opinión pública. En la misma línea, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, advirtió que debe haber "una larga explicación" o "alguna dimisión".
Por su parte, Coalición Canaria también avanzó que exigirá al Gobierno que aclare todo el caso, desde la "entrada ilegal" de Haidar en Lanzarote, y reclamó que se reanuden inmediatamente las negociaciones para poner fin a un contencioso que mantiene en una "situación insostenible a los saharauis que viven en el campo de refugiados de Tinduff y en los territorios ocupados". A través de un comunicado, ERC expresó también su felicitación a Haidar por su "lucha, sacrificio y coraje", y reclamó la autodeterminación del Sáhara Occidental, por cuanto la propuesta de autonomía de Marruecos es "inaceptable".
Un día después del regreso de la activista trascendió que fue el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien intervino ante el rey de Marruecos, Mohamed VI, para dar salida a la situación de Haidar. Sarkozy, que recibió el pasado martes al ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taïb Fassi Fihri -quien llevaba un mensaje de Mohamed VI-, se pronunció a favor de que Marruecos devolviera a Haidar su pasaporte marroquí de forma que pudiera volver a El Aaiún, explicó el Elíseo en un comunicado.
Más reacciones también llegaron del gobierno de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD), que dirige el Frente Polisario, que felicitó por el regreso de Haidar pero lamentó que para ello el Gobierno español haya pagado "como moneda de cambio" el reconocer que en el Sáhara Occidental se aplica la legislación marroquí. Así, el delegado del Frente Polisario en España, Mohamed Jadad, aseguró que la activista "ha ganado el pulso" a Marruecos, al conseguir regresar.
Seguirá su lucha. Mientras, y ya desde su casa de El Aaiún, Haidar se mostró dispuesta a "seguir luchando hasta el final" por la independencia del Sáhara Occidental, y lanzó duras críticas a la actuación de los gobiernos marroquí y español. Postrada en la cama, donde sólo ingiere por ahora agua y suero oral, Haidar se dio un plazo de "un mínimo de dos meses" para retomar su actividad habitual. Mientras familiares y amigos se agolpaban a las puertas de la casa para dar su bienvenida a la activista, unos pocos íntimos, junto al médico español Domingo de Guzmán, intentaban preservar la calma para que Haidar pudiese reposar en su pequeña habitación. El galeno recordó que a la activista le podrían quedar importantes secuelas después de pasar 32 días en huelga de hambre.
