Gobierno y Junta se mostraron ayer "listos" para acometer el derribo del hotel El Algarrobico en Carboneras (Almería), después de que el martes el Supremo anulara, como ya hizo el TSJA, el plan urbanístico de 2008, por considerar que la calificación del suelo en éste abría la puerta a reutilizar el edificio, y restableciera la protección de la zona al nivel del plan de 1994.
Según los ecologistas, esto permite iniciar ya la demolición del inmueble, paralizado en 2005 y cuya licencia municipal fue anulada hace tres años. Gobierno y Junta anunciaron recientemente un acuerdo para el copago de las costas de estos trabajos -el Estado se encargará de la demolición y la comunidad del desescombro- pero los aplazaban hasta la resolución de los recursos judiciales. Ayer se mostraron dispuestos a comenzar el derribo tan pronto como se dicte la ejecución de la sentencia.
Mientras, la promotora del hotel, Azata del Sol, denunció la "incertidumbre" generada en todos los agentes económicos de la zona tras el fallo, al no saber que planeamiento es el legal. Además, Azata reclamará judicialmente a Greenpeace 35.000 euros por los daños causados en el edificio durante los tres días de ocupación que una decena de ecologistas mantuvieron hace un mes para exigir su derribo. En 2007, la empresa ya le exigió 200.000 euros tras el desembarco en la playa del Rainbow Warrior. Ahora los daños se centran en las lunas del frontal que da al comedor sobre las que reza el lema ¿A qué esperan? Demolición ya!.