Hace dos semanas Gobierno y Junta dieron por imposible el acuerdo de la deuda histórica y firmaron una prórroga. Ayer, el tono del Ministerio de Economía fue otro: el acuerdo se cerrará "pronto", no es "tan lejano ni tan difícil". El Gobierno dijo que pagará antes de cerrar la financiación. La Junta se mantuvo firme: si no cobra, no apoyará el modelo.
Unas jornadas organizadas por UGT sobre la financiación autonómica dieron pie a que el mentado secretario de Estado de Economía y Hacienda, Carlos Ocaña, viniera a Andalucía y lo hizo con la voluntad de apaciguar ánimos.
Fue la primera oportunidad para que Ocaña -con quien la Junta tiene una relación tensa y fría después de una negociación "dura y conflictiva"- respondiera sobre el incumplimiento del Estatuto andaluz tras pasar el plazo para fijar una cuantía de la deuda histórica. "Fue una pena que no pudiésemos cerrar ese acuerdo", comentó. "Cuestiones de metodología" lo impidieron.
Apaciguar ánimos. Roces técnicos que en 14 días se han difuminado. Y eso que las reuniones entre ambas administraciones se han parado desde aquella Comisión Bilateral del pasado 18 de septiembre que constató el fracaso, porque la preparación de los Presupuestos lo consume todo.
"No harán falta los seis meses" que Junta y Gobierno se dieron para sellar el acuerdo, anunció ayer Ocaña. "Lo cerraremos pronto y esto felizmente pasará a ser algo del pasado", agregó. ¿Cuándo? "Antes de que se cierre el futuro sistema de financiación autonómica", incidió el secretario de Estado de Hacienda. Eso supone que se hará en noviembre o diciembre, puesto que el Gobierno de Zapatero prometió a Cataluña que aprobaría el futuro sistema antes de que acabara 2008. Aunque esos plazos son complicados y "comienzan a ser acuciantes", admitió Ocaña. En cualquier caso, el Estatuto andaluz exige que la deuda esté saldada en marzo de 2010 y los Presupuestos Generales del Estado para abren la puerta a comenzar la liquidación en 2009.
¿Cuánto? La Junta reclama para saldar la deuda entre 1.148 y 1.742 millones. Lo que ofreció el Gobierno no ha salido a la luz pero fue menos de los 900 millones que en un principio se apuntó. Ayer Ocaña no desveló la oferta que le hizo a la Junta para que ésta decidiera levantarse de la mesa del Gobierno amigo. Tampoco quiso el dos del Ministerio pronunciarse sobre la idea de la Junta de cobrar parte con suelo estatal. "Cómo se va a pagar es lo que menos me preocupa", aseguró.
El vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Economía, José Antonio Griñán, aprovechó la presencia de Ocaña -que intentó quedarse toda su conferencia pero finalmente se levantó antes de que el andaluz acabara- para defender con ahínco la "legitimidad" de la deuda que exige Andalucía. Responde, explicó, a una disposición recogida en su Estatuto y es fruto de que en los 80 la comunidad recibió mal dotadas económicamente las competencias en sanidad, educación y vivienda.
Griñán se mostró contento con el cambio de tono del Ministerio pero tampoco lanzó las campanas al vuelo. "Ojalá haga todos los esfuerzos porque yo ya los he hecho", indicó. Y no bajará de 1.148 millones. La deuda, advirtió, hay que resolverla "ya" porque si no la Junta tendrá "muy difícil" apoyar el sistema de financiación. El Gobierno admitió que no quiere que se mezclen ambos asuntos.
