El Gobierno ha reforzado con 36 nuevos guardias civiles, procedentes de Sevilla, las tareas de vigilancia y control en la valla fronteriza de Melilla, después de que la ciudad haya sufrido cuatro asaltos en una semana y hayan resultado heridos seis guardias civiles.
Según informó ayer a Europa Press un portavoz de la Delegación del Gobierno, los agentes llegaron ayer por la mañana y fueron recibidos oficialmente por el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, ya al mediodía en la Comandancia de la Guardia Civil. Escobar transmitió a cada uno de los componentes de la Unidad Básica de Actuación "que vienen a reforzar la magnífica labor que sus compañeros están desarrollando en estos días a lo largo de la frontera".
En este sentido, "les ha dado todo su apoyo y animado a colaborar en esta misión fundamental para una ciudad como Melilla" que sufre la presión migratoria con más intensidad después de que los sistemas de seguridad fronterizos se vieran afectados tras las inundaciones del pasado 26 de octubre.
El portavoz gubernamental indicó que el tiempo de estancia de los Grupos Rurales de Sevilla "será el que se estime necesario para garantizar una correcta impermeabilización del perímetro fronterizo".
Por otro lado, durante la jornada de ayer lunes también se encontraba en Melilla el Comisario General de Extranjería y Documentación del CNP, Enrique Taborda, para analizar cuál es la situación relacionada con el fenómeno migratorio que está viviendo en estos días la ciudad.
Taborda se reunió a primeras horas de la mañana con el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, de quien recibió de primera mano datos relacionados con los últimos acontecimientos, para luego dirigirse a la frontera y al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), lugares donde ha podido comprobar el funcionamiento del centro de acogida. Asimismo, comprobó el estado de los pasos fronterizos con Marruecos.
