La recesión económica ha obligado al Gobierno a revisar hoy profundamente sus previsiones y ahora retrasa en un año, hasta 2011, la vuelta al crecimiento y a la creación de empleo, además de prever una caída mucho más pronunciada del Producto Interior Bruto (PIB) para 2009.
Así, el Consejo de Ministros ha aprobado un nuevo cuadro macroeconómico en el que calcula una caída de la economía del 3,6% para este año -dos puntos más que en su anterior estimación- y cree que el PIB seguirá bajando en 2010, el 0,3%, frente a la anterior previsión de un crecimiento del 1,2% para ese año.
Habrá que esperar a 2011 para volver a tener un año con crecimiento, que según el Gobierno será del 1,8%, y ya en 2012 la economía evolucionará más cerca de su potencial, al aumentar un 2,7%.
Además, el Ejecutivo ha elevado en 3,7 puntos el déficit público previsto para este año, hasta el 9,5% del PIB, y cree que el saldo negativo de las cuentas de las Administraciones será del 7,9% en 2010 y del 5,2% en 2011, mientras que bajará hasta el 3% en 2012 -la cifra a la que España está obligada por la Comisión Europea (CE) para acabar con su déficit excesivo-.
Los datos sobre el mercado de trabajo también han empeorado porque el Gobierno calcula ahora una caída del empleo del 5,9% este año, con una tasa media de paro del 17,9%, y una bajada del 1,7% en 2010, con una tasa de desempleo del 18,9%.
No será tampoco hasta 2011 cuando la economía retome la creación de empleo, que aumentará sólo el 0,5% ese año y con una tasa de paro del 18,4%, mientras que en 2012 se espera un aumento de puestos de trabajo del 1,4%, con un desempleo del 17,1% de la población activa.
Pese a estas cifras, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, volvió a rechazar la posibilidad de que España llegue a tener cinco millones de parados.
Esta cifra no se alcanzará "ni de lejos", señaló Salgado, para quien los cinco millones serían el producto de 25 millones de personas de población activa con una tasa de paro del 20 por ciento, lo que no se da en ningún caso.
La también ministra de Economía y Hacienda subrayó en cualquier caso que el Gobierno hará "todo lo posible" para que las cifras incluso mejoren con respecto a las previsiones.
En el mismo sentido se pronunció la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien prometió una vez más que el Gobierno estará siempre pendiente de los más afectados por esta crisis y garantizará su protección social.
Precisamente, el Consejo de Ministros aprobó hoy también una nueva partida extraordinaria de 16.898 millones de euros para poder hacer frente a los pagos derivados de las prestaciones por desempleo.
La crisis, que trae consigo una fuerte pérdida de ingresos, obliga también al Gobierno a contener el gasto en los Presupuestos Generales del Estado de 2010, y a buscar más recursos con la subida de los impuestos que gravan el tabaco y los hidrocarburos.
El techo de gasto presupuestario de 2010 será así de 182.439 millones de euros, el 4,5 por ciento menos del previsto para este año, mientras que se esperan unos ingresos del Estado de sólo 121.360 millones, lo que hará que las cuentas de la Administración central incurran el próximo año en un déficit del 5,7% del PIB.
Salgado defendió en rueda de prensa que estas previsiones económicas son "realistas" y se ajustan a los últimos datos conocidos.
Señaló en este sentido que la caída económica del 3,6% para este año que prevé el Gobierno es incluso peor que la última que calculó la CE para España -del 3,2%-
La vicepresidenta segunda aseguró, por otra parte, que España sigue comprometida con la estabilidad presupuestaria y con iniciar la "consolidación fiscal" lo antes posible, de ahí la contención en el gasto público y la subida de impuestos indirectos como el del tabaco e hidrocarburos.
También justificó este incremento de impuestos con el fin de conseguir una economía "más sostenible", en el caso de los hidrocarburos, y para ayudar a reducir el consumo de tabaco, además de reconocer que se están buscando más recursos para financiar las políticas de dependencia.
Salgado no quiso descartar nuevas subidas de impuestos, incluido el IRPF, y en este sentido recordó que cuando se elaboren los Presupuestos de 2010 "vamos a pasar revista a muchas figuras, tanto del lado del gasto como del ingreso"
