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El Gobierno se desmarca también del futuro de la Fábrica de Artillería

El Ministerio deja en el aire por la crisis el traslado del Archivo Histórico Provincial.

el 23 nov 2009 / 20:39 h.

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Aplazado. El futuro de la antigua Fábrica de Artillería queda en el aire tras dar un paso atrás la Junta y el Ministerio de Cultura.

La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, dio ayer la puntilla al proyecto de convertir la antigua Fábrica de Artillería en un complejo archivístico donde tendrían cabida el Archivo Histórico Provincial de Sevilla -dependiente del Estado, pero de gestión autonómica-; y el Archivo General de Andalucía -responsabilidad de la Junta-.

Si a principios de mes era la Consejería de Cultura la que se desmarcaba de este plan y anunciaba que construiría un nuevo edificio para ubicar sus servicios archivísticos -desligándose por lo tanto de la restauración de este histórico inmueble-, ayer fue la representante del Gobierno central la que hizo lo propio y dejó en suspenso el respaldo de su departamento. Sin comunicárselo previamente al Consistorio -que hace un par de semanas aún manifestaba públicamente que seguía contando con el apoyo del Ministerio-, González-Sinde explicó a los medios de comunicación en la rueda de prensa posterior a la XII Conferencia Sectorial de Cultura, celebrada en el Monasterio de la Cartuja, que el Archivo Histórico Provincial aún tendrá que padecer algunos años más las estrecheces de su actual sede, en Almirante Apodaca.

"Nuestras actuaciones en Andalucía suelen ir de la mano de las decisiones que toma la Junta, con quien compartimos bastantes criterios. Ahora hay archivos en Huelva, Córdoba y Granada que antes no existían. En Sevilla además tenemos otras inversiones, como el Archivo de Indias, en el que se han invertido más de 12 millones. Si es aconsejable el traslado del Archivo Provincial es algo que deberemos estudiar", dijo la ministra, a pesar de los compromisos previos existentes.

Preguntada por los periodistas sobre si esto significa que por lo tanto descarta participar en la restauración de Artillería, González-Sinde contestó: "No puedo decir que lo descarte definitivamente, pero las circunstancias económicas son otras -distintas a las que había cuando se fraguó el proyecto- y las prioridades se modifican. Lo único que puedo decir es que en este momento las circunstancias económicas han cambiado respecto a 2004 y por lo tanto las prioridades y el orden respecto a esas inversiones también cambian. Al hilo de lo que sea más conveniente y más factible, veremos qué se hace, y veremos qué es razonable hacer con el dinero que tenemos disponible", a lo que añadió que "no es una inversión que se pueda decidir con frivolidad", ya que "no es como construir un colegio: requiere unas condiciones muy especiales y una inversión a largo plazo que hay que pensar bien", teniendo en cuenta que "hay otros frentes en Sevilla en los que estamos apoyando".

El proyecto de convertir la antigua Fábrica de Artillería -un edificio de más de 20.000 metros cuadrados declarado Bien de Interés Cultural (BIC)- en una suerte de campus documental lo ideó el equipo de Carmen Calvo, siendo ésta aún consejera en Andalucía, con la complicidad del Ayuntamiento, propietario del histórico edificio tras su desafectación por parte de Defensa. Tras su llegada al Ministerio, en 2005 Calvo logró implicar en esta empresa a la Junta, de modo que ambas administraciones asumirían la costosa rehabilitación -no menos de 70 millones de euros- de este gran espacio. El Consistorio cedería el inmueble para estos usos a cambio de su puesta a punto.

Sin embargo, su salida del Ejecutivo central en 2007 dio al traste con estas pretensiones, ya que su sucesor, César Antonio Molina, trató de desmarcarse de estos compromisos, ya que la andaluza había pactado que el Ministerio asumiera la mayor parte del coste de la restauración de Artillería. Sin embargo, la tenacidad del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, dio sus frutos -gracias en parte a la mediación de Juan Carlos Marset, amigo personal de Molina y, por aquellos entonces, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música-. Tras una reunión en noviembre de 2008, Molina volvió a comprometerse con este proyecto, si bien precisó que sólo asumía la rehabilitación de un tercio de los 20.000 metros cuadrados, el espacio que acogería el Archivo Histórico Provincial.

El Consistorio lograba así salvar un proyecto sin el cual no tendría forma de recuperar para la ciudad esta joya patrimonial de 1782, ejemplo de arquitectura industrial. El alcalde dio además por hecho que la Consejería se mantendría fiel al preacuerdo alcanzado en 2005, pese a que la titular del ramo, Rosa Torres, no perdía ocasión de aclarar que no había nada seguro.

El Ayuntamiento, que ayer no quiso valorar esta decisión, se ha quedado sin socios y con un edificio al que dar contenido. De momento, su único proyecto en cartera es la Fábrica del Arte, un bonito título del que nada más se sabe y al que seguro le queda grande tanto metro cuadrado.

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