El Gobierno andaluz se subió ayer al carro de la polémica por la agresión al consejero de Cultura de Murcia, Pedro Alberto Cruz (PP), por el que ha sido detenido un joven ligado a grupos de extrema izquierda y que el Gobierno murciano insiste en vincular con las protestas de los funcionarios en esa región.
La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, reclamó una "reflexión" al PP y le exigió que, a la vista de este incidente, "no estimule la intransigencia y la radicalidad en las protestas" de los funcionarios en Andalucía. Sindicatos y plataformas contrarias a la reforma del sector público protestarán el sábado.
Los papeles están cambiados en Andalucía. En Murcia el Gobierno es del PP y acusan al PSOE -sobre todo al delegado del Gobierno en la región, al socialista Rafael González Tovar- de haber calentado los ánimos de las protestas de funcionarios y crispado el clima social hasta llegar a la agresión física. Estas acusaciones son radicalmente negadas por el PSOE federal y también por los sindicatos de funcionarios, que se desmarcan del incidente. La consejera andaluza de la Presidencia -a iniciativa propia y al término del Consejo de Gobierno- condenó una agresión que consideró "impresentable y grave" y alertó de que en Andalucía es el PP el que está calentando ánimos y aplaudiendo posiciones radicales de las plataformas de empleados público, que "no de los sindicatos", diferenció.
La pasada semana un portavoz de la Plataforma de Empleados Públicos de Andalucía aseguró que se iban a boicotear actos socialistas de las municipales. "El PP aplaudió esa iniciativa", advirtió Moreno. Echó de menos una condena firme de la oposición, aunque el líder popular, Javier Arenas, censuró el boicot a cualquier partido. En la última semana, coincidiendo justo con la llegada del debate sobre el sector público al Parlamento, se ha producido una espiral de violencia verbal alimentada por todas las partes. Los socialistas denunciaron las amenazas de boicot de los funcionarios como "fascistas" y el consejero de Gobernación dijo que eran propias de Batasuna.
En respuesta, la portavoz del PP-A, Rosario Soto, manifestó que el PSOE-A ha "financiado y promovido" actos contra sedes desu partido en Andalucía. "El PP está en contra de cualquier boicot a cualquier acto público del Gobierno o de un partido, y lo hemos dicho en diferentes ocasiones", aseguró la popular.
