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El Gobierno y el Vaticano se verán por fin las caras tras la polémica

El presidente del Gobierno anunció ayer que el martes se reunirá con el Nuncio del Vaticano y admitió que las relaciones Iglesia-Estado necesitan un cambio. Foto: EFE.

el 14 sep 2009 / 23:47 h.

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Una semana después de que los obispos publicaran su nota orientativa del voto para las elecciones generales, la polémica sigue viva. El presidente del Gobierno anunció ayer que el martes se reunirá con el Nuncio del Vaticano y admitió que las relaciones Iglesia-Estado necesitan un cambio.

José Luis Rodríguez Zapatero concretó que el encuentro con Manuel Monteiro de Castro tendrá lugar en la sede de la Nunciatura. Según el presidente del Gobierno, después de esas elecciones algo debe cambiar en la relación con la Iglesia católica porque ésta debe tener al Estado el mismo respeto que el Estado le tiene a ella. El jefe del Ejecutivo informó de que la reunión con Monteiro de Castro se cerró en el acto en el que coincidieron el miércoles en Madrid y en el que ya avanzó que tenía intención de quedar la próxima semana para compartir el "caldito" que se habían prometido hace tiempo.

Zapatero dijo que irá "encantado" a la Nunciatura (lugar elegido para la comida después de que ambos barajaran también la posibilidad de reunirse en el Palacio de la Moncloa) porque tiene una buena relación personal con Manuel Monteiro.

El presidente del Gobierno insistió en la necesidad de que las autoridades eclesiásticas respeten al Ejecutivo elegido por los ciudadanos y subrayó que en las últimas semanas ha habido algunas actitudes de la Conferencia Episcopal que necesitan una aclaración. Algo que cree que debe hacerse "con serenidad y con calma" después de las elecciones, añadió el presidente del Gobierno.

Rodríguez Zapatero reiteró que él no acepta algunas de las consideraciones realizadas por obispos en la concentración a favor de la familia celebrada el pasado mes de diciembre en Madrid y en las que se acusaba a algunas leyes aprobadas esta legislatura de poner en riesgo la democracia y hacer retroceder derechos humanos. De la misma forma, el presidente expresó la semana pasada su descontento ante el documento publicado por los obispos en el que llamaban a votar al partido que no negociara con ETA ni permitiera el matrimonio gay.

Doctrinas. En estas circunstancias, el obispo de la Diócesis Coria-Cáceres, Francisco Cerro, se mostró ayer convencido de que "en una misma fe caben distintas doctrinas políticas" y señaló que la Iglesia "no tiene ningún partido político ni opta por ninguno" ni dice a quién hay que votar.

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