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El gorrilla acusado de matar a otro lo niega en el juicio

Afirma que sólo intentó defenderse de una agresión.

el 17 feb 2014 / 13:06 h.

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Enrique C.S., el 'gorrilla' para quien la Fiscalía pide 12 años de  cárcel por matar a otro de una patada en la cabeza durante una pelea  en la calle Resolana de Sevilla capital, ha negado este lunes haber  golpeado ni agredido a la víctima y ha asegurado que únicamente  intentó defenderse después de que el fallecido intentara agredirle  con una barra de hierro. Durante su declaración en el juicio con jurado popular que se está  celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado ha  relatado que el día de los hechos, el 13 de abril de 2013, la víctima  "quiso quitarle su zona de aparcamiento", por lo que se sintió  "coaccionado" y comenzaron a discutir junto a un bar de la Resolana. Al hilo, ha señalado que, en un momento dado, el fallecido sacó  una barra de hierro de una bolsa e intentó darle en la cabeza, por lo  que el imputado esquivó el golpe y se "defendió" usando para ello las  manos, tras lo cual la víctima se cayó hacia atrás. A continuación, "me fui de allí, porque yo pensaba que se iba a  levantar", ha dicho el acusado, que ha querido dejar claro que en  ningún momento agredió al fallecido con puñetazos o patadas en la  cabeza ni tuvo intención de matarlo, negando asimismo que lo golpeara  contra una puerta con barrotes de hierro, como sostiene la Fiscalía. El imputado ha relatado que, posteriormente, unos "chiquillos"  fueron a buscarlo para comentarle que "había una persona que se  encontraba mal", por lo que de manera "voluntaria" se dirigió hasta  el lugar donde lo había dejado previamente "porque estaba preocupado"  y con el fin de "socorrerlo". Cuestionado por el fiscal sobre cómo falleció entonces al  agredido, el acusado ha opinado que "a lo mejor murió del golpe que  se dio cuando se cayó hacia atrás". Por último, el imputado ha reconocido que es drogadicto desde el  año 1974 y que el día de los hechos había consumido metadona,  pastillas y "un litro y medio" de cerveza y vino, mientras que, según  ha dicho, el fallecido "iba embriagado". DOS TESTIGOS VIERON AL ACUSADO GOLPEANDO A LA VICTIMA Tras el acusado, han declarado dos testigos, uno de los cuales ha  asegurado que vio cómo el acusado discutía con el fallecido y, en un  momento dado, el primero de ellos "le pegó un empujón y lo dejó caer  contra una puerta". "Cuando la víctima fue a levantarse, le dio una  patada en la cabeza", ha precisado. "Cuando le dio la patada, yo sabía que lo había matado", ha  aseverado muy gráficamente este testigo, que ha declarado protegido  por una mampara y que, no obstante, ha reconocido también que la  víctima portaba en sus manos un hierro "pequeño" durante la pelea con  la que "en ningún momento" golpeó al acusado. A su juicio, ambos se encontraban "ebrios", ha afirmado el  testigo, mientras que una segunda testigo ha señalado que pudo ver  desde lejos cómo el imputado pegaba un empujón a la víctima "y lo  estrellaba contra un portal". La Fiscalía pide para el imputado 12 años de cárcel y el pago de  una indemnización de 124.000 euros a las dos hijas de la víctima por  un delito de homicidio. Según relata en su escrito de acusación, consultado por Europa  Press, los hechos tuvieron lugar sobre las 19,00 horas del 13 de  abril de 2013, cuando el acusado inició una discusión con un conocido  suyo "acerca de las propinas recibidas por ayudar a aparcar  vehículos". LOS HECHOS La discusión "fue subiendo de tono" hasta que el procesado comenzó  a golpear al fallecido, propinándole varios puñetazos en la cabeza y  empujándolo contra una puerta con barrotes de hierro de un inmueble  de la calle, "contra la que le golpeó en la cara en varias ocasiones"  y donde "lo arrinconó y siguió dando golpes". Tras ello, el fallecido cayó al suelo, donde el imputado continuó  dándole patadas en todo el cuerpo y "especialmente" en la cabeza.  Cuando intentó levantarse, le propinó una última patada en la cabeza  que le hizo caer de nuevo al suelo, quedando tendido en él mientras  el encausado se alejaba del lugar. Como consecuencia de los golpes recibidos, la víctima sufrió un  traumatismo raquimedular y una hemorragia intercraneal que le  produjeron la muerte inmediatamente, sin que las asistencias médicas  que se presentaron en el lugar minutos más tarde pudieran hacer nada  para reanimarlo.

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