El Ayuntamiento de Sevilla creará un museo al aire libre dedicado al graffiti en el Parque de Miraflores, a fin de fomentar las artes contemporáneas en esta zona de la ciudad, mientras que convertirá el Parque de María Luisa en un espacio dedicado a la Literatura, donde se fomentará la lectura.
La delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, avanzó en una entrevista concedida a Europa Press que tiene por objetivo para este mandato dotar de actividades culturales a algunos parques de la capital hispalense, siendo los primeros en los que actuará los dos citados anteriormente, objetivo ya de las políticas culturales de su antecesor en el cargo, Juan Carlos Marset, que se dejó en el cajón proyectos como un parque de la poesía en los jardines de María Luisa. Tanto es así que Montaño asegura haber iniciado ya conversaciones con la Delegación de Parques y Jardines para preparar actividades en María Luisa acordes con el objetivo de potenciar la lectura y la literatura en la ciudad, por sus "evidentes" vínculos con figuras de la poesía y la narrativa.
En cuanto a Miraflores, Montaño desglosó simplemente que el objetivo es desarrollar la actividad del graffiti en una zona habilitada para ello, que servirá de museo al aire libre y de zona de recreo para la expansión de esta expresión artística tan desarrollada en la ciudad, que la ha convertido incluso en la gran capital del arte urbano a nivel nacional.
El Parque de María Luisa, por su parte, es uno de los principales pulmones de Sevilla, y fue donado a la ciudad por la Infanta María Luisa, con más de 400.000 metros cuadrados. Este terreno se mantuvo sin modificación alguna hasta la Exposición Iberoamericana de 1929, cuando se le añadieron parte de los terrenos del Prado de San Sebastián, los naranjos del Palacio de San Telmo, los Jardines de las Delicias y el Huerto de Mariana, donde está la plaza de América. El ingeniero francés Forestier fue el encargado de realizar las obras en el parque y plasmó una mezcla entre los diseños venidos de Europa y los islámicos. Entre otros elementos, incluyó una serie de estanterías de cerámica en la que se depositaban libros de diversa temática, de los que los ciudadanos de aquella época pudieron disfrutar libremente.
Finalmente, la delegada Montaño detalló que la futura Biblioteca Central de Sevilla, que se instalará en los suelos de la antigua fábrica de Cruzcampo empleará parte de las instalaciones de Heineken, mientras que también se levantará un nuevo inmueble, que estará "rodeado de maravillosos jardines".
