Jesús Navas es sin duda uno de los futbolistas más importantes del Sevilla. Sus enormes cualidades y sus ganas de triunfar le han convertido en un jugador llamado a ir a la selección, pero los problemas que se encontraba a la hora de estar en una concentración lo han impedido. Ahora, sin embargo, las cosas están cambiando.
En los últimos tiempos, el futbolista de Los Palacios fue noticia por los problemas que acusaba cada verano en pretemporada, a consecuencia de pasar varios días lejos de su casa, de su familia, de sus amigos... Su angustia era tal que el club se vio en la necesidad de permitirle marcharse de los stages y que realizara su preparación por su cuenta en Sevilla bajo la supervisión de los técnicos de la entidad.
Dada la calidad humana de Jesús Navas, una persona sencilla, dispuesta siempre a atender a todo el que se le acerque y prestarse para cualquier causa, tanto sus compañeros como los técnicos (Joaquín Caparrós, Juande Ramos y ahora Manolo Jiménez) y el propio club se han mostrado siempre comprensibles con él y le han prestado su total apoyo. Además, las infraestructuras del club, con un equipo de psicólogos con años de experiencia, le han permitido incluso disponer de una ayuda valiosíma que poco a poco está dando frutos.
En todo este asunto, la prudencia ha sido bandera, pero por lo que se está viendo estos días en Costa Ballena las cosas han cambiado. Desde que llegó a este enclave, Jesús Navas se ha conver tido en uno más del grupo a la hora de llevar a cabo su preparación: duerme en el hotel, realiza todas las sesiones de entrenamiento programadas, come con sus compañeros, pasea y descansa junto a ellos cuando hay tiempo libre... Todo como si nada.
Esta circunstancia, a la que quienes le rodean asisten en silencio, supone un motivo de alegría en la entidad y en el equipo. Jesús Navas está llevando a cabo el stage como si nada, dejando a un lado esa angustia de años atrás y dándose cuenta de sus progresos en este sentido, lo que, sin duda, bien podría ser un pequeño gran paso hacia ese sueño que sigue teniendo llamado selección.
En cualquier caso, el palaciego se lo toma con calma. Sabe que las cosas han cambiado para él, pero también que esto no es cosa de un día. Los psicólogos del Sevilla van viendo poco a poco como su silencioso pero valioso trabajo va dando resultados, quizá porque además de por su preparación han sabido cuidar detalles que quizá podrían pasar por alto para muchos.
Detalles como por ejemplo que su familia se encuentre muy cerca de aquí, concretamente en Chipiona, donde pasa sus días de vacaciones mientras el joven extremo se prepara para la nueva campaña. O tener por compañero de habitación a su inseparable amigo Diego Capel. La excelente relación que ambos mantienen supone, sin duda, otro apoyo más a la hora de sentirse a gusto y poder trabajar sin, por ejemplo, tener que viajar todos los días en coche desde su casa al stage y, por la tarde noche, regresa a su domicilio, como llegó a ocurrir hace unos años cuando el Sevilla se preparaba en Ayamonte.
Ahora, Jesús Navas llama la atención por ser uno más. Lo ha sido siempre en cuanto a integración, compañerismo e implicación en el Sevilla, pero estos días lo es por estar dando ese gran paso que para él supone no sentir la necesidad de marcharse.
No se sabe lo que pasará en el futuro, pero lo cierto es que, si sigue creciendo en este sentido, más pronto que tarde será él quien, con su fútbol exquisito, llame a la puerta de la selección, su gran sueño para defender su camiseta.