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El gran Ricky se interpone en la ascensión del Cajasol

La lenta resurrección del Cajasol, que todavía no le da para alcanzar la zona de salvación, afronta hoy un durísimo test en la cancha del histórico Joventut.

el 16 sep 2009 / 00:00 h.

La lenta resurrección del Cajasol, que todavía no le da para alcanzar la zona de salvación, afronta hoy un durísimo test en la cancha del histórico Joventut, donde esta temporada sólo han ganado los cuatro grandes de la ACB. El equipo sevillano viajó con su nueva estrella, Tucker, pero sin Milisavljevic (ni Ilic). Claro que para estrella, Ricky Rubio.

El Cajasol ha ganado tres de sus cinco últimos partidos (Iurbentia, Bruesa y Granada) y ha fichado a un jugador, Clay Tucker, al que el técnico rival considera "de nivel europeo muy alto", pero la supervivencia en la Liga ACB exige algo más que estos buenos síntomas porque el conjunto sevillano, a día de hoy, continúa siendo el indiscutible colista del campeonato y tiene la frontera de la salvación a dos victorias, que no es poco. La jornada podría ser propicia para los hombres de Pedro Martínez porque ViveMenorca, penúltimo, visita hoy al Barcelona, el Estudiantes descansa y el CAI Zaragoza perdió ayer ante Unicaja, pero el calendario tampoco se ha aliado esta vez con el Cajasol y le pone por delante a un grande de España, el Joventut de Badalona.

Por mucho que haya mejorado el conjunto cajista, que lo ha hecho, cualquier resultado que no sea una derrota en la pista donde el Dream Team ganó los Juegos Olímpicos de Barcelona sería una sorpresa mayúscula. El Joventut es quinto, pelea por tener el factor cancha a favor en la primera eliminatoria de los play offs, dispone del tercer mejor ataque de la liga (83,8 puntos de media) y además cuenta con dos pequeños gigantes que dirigen toda la orquesta: el inquieto base Demond Mallet, que es su máximo anotador (10,8 por partido) y el simpar Ricky Rubio, subcampeón olímpico con sólo 17 añitos y futura estrella del baloncesto mundial, si no lo es ya. El Caja, en cambio, es último desde ya no se sabe ni cuándo, tiene el cuarto peor ataque (74,04) y la cuarta peor defensa (81,70) y además viajó ayer a Cataluña sin su base, Branko Milisavljevic, aún convaleciente de una microrrotura, ni el pívot Mile Ilic, con un tobillo torcido.

El compromiso, por tanto, no despierta demasiado optimismo desde la perspectiva del Cajasol, que sólo es superior a su contrincante en el poder reboteador. Algo es algo. Y no es lo único. Pedro Martínez también tiene ahora a Clay Tucker, que en dos actuaciones en la ACB ha promediado 17 puntos y que la pasada campaña, en las filas del Khimki ruso, ya hizo buenos partidos frente al Joventut en los octavos de final de la Copa ULEB. No es mucho, pero hace pocas semanas aún había menos y el Cajasol, además, está enrachado. No es que parezca un equipo de play off, como dijo ayer Sito Alonso, pero empieza a tener menos pinta de colista.

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