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El grueso de Kosovo

La noticia de la llegada de la ministra de defensa a la base España, en Istok, Kosovo, provincia de Serbia, corrió como la pólvora entre los 623 efectivos humanos de la delegación de paz española: "Nos vamos o nos quedamos, Sarandonga, un arroz con bacalao", gritó cantarín el gitano que forma parte de la presencia militar hispana.

el 16 sep 2009 / 00:21 h.

La noticia de la llegada de la ministra de defensa a la base España, en Istok, Kosovo, provincia de Serbia, corrió como la pólvora entre los 623 efectivos humanos de la delegación de paz española: "Nos vamos o nos quedamos, Sarandonga, un arroz con bacalao", gritó cantarín el gitano que forma parte de la presencia militar hispana.

La ministra llegó a la base y, efectivamente, dijo: "Nos vamos. El grueso de las fuerzas en Kosovo y yo nos vamos antes del verano". Cuando la ministra subió de nuevo al helicóptero para llegar a la base de la OTAN, desde donde salió su Hércules (esto es, un avión) y el comandante mandó romper filas, las gorras se alzaron al aire, aún polvoriento por las aspas de la aeronave, y los efectivos, es decir, los hombres y mujeres, se abrazaron contentos. Volvemos a casa antes del verano.

Esto sucedía un jueves. El domingo, los efectivos humanos (a los mecanizados les da igual Kosovo que cualquier otro sitio) conocieron una pequeña rectificación. El que se va a España antes del verano es el grueso de Kosovo. El resto se queda para marcharse de manera escalonada, que es como Tráfico quiere que se haga siempre la operación retorno, para no causar atascos.

Al conocer los detalles, los militares se lanzaron a por el rancho de manera desaforada, abriendo bien las tragaldabas. A fin de cuentas, el grueso sólo es uno y puede ganar por menos de medio kilo. El soldado Antúnez, apodado "el airbag del batallón", fue por primera vez visto con envidia y admiración. Entre todos lo inmovilizaron para evitar que se tragara su rancho: la guerra es la guerra.

Mientras en España y la OTAN se trata de deshacer el entuerto y Bernardino León viaja de Moratinos a Chacón y viceversa para ver cómo lo arregla, en Base España, en Istok, Kosovo, provincia de Serbia, los soldados españoles hacen cola detrás de la báscula. Antes del verano, vuelve a casa el grueso de los efectivos. El gordo Antúnez tiene todas las papeletas.

Consultor de comunicación. isidro@cuberos.com

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