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El guerrero llegará a otra batalla

Daniel Carriço tiene una lesión muscular en el adductor y, en principio, estará dos semanas parado. La ida de octavos es en ocho días, pero desde el club piensan que seguro podrá jugar

el 04 mar 2015 / 11:41 h.

Carriço, con Uche (Manuel Gómez). Carriço, con Uche (Manuel Gómez). El destino ha querido que Daniel Carriço tenga un deja vú de la temporada pasada. Una lesión puede privarle de disputar la ida de los octavos de final de la Europa League. Otra dolencia de diferentes características, que se produjo en la previa de este mismo partido hace doce meses lo dejó fuera de combate. Fue aquella última derrota en el Sánchez-Pizjuán frente al Betis. Tampoco pudo estar en la vuelta, presentándose en el Benito Villamarín apoyado en unas muletas. Es el jugador más utilizado por Unai Emery en todas las competiciones. Su jefe y guerrero dentro del terreno de juego. Es indispensable que esté presente y su voz se oiga alta y fuerte. En temporada y media, el central y centrocampista portugués se ha ganado un importante hueco en el Sevilla. Era uno de esos viejos anhelos de Monchi que por fin podían hacerse realidad. Su paso por la Premier bajó su caché y ahí atacó la dirección deportiva nervionense, siempre dispuesta a pescar antiguos deseos. Pese a una inoportuna lesión al poco de llegar, el entrenador confiaba en el luso. Primero como central, otorgando una seguridad al eje de la zaga que no se recordaba. Poco después se recuperó Nico Pareja y decidió adelantarlo al centro del campo, donde su tándem con Mbia se hizo fuerte e indispensable. Aún resuenan los lamentos de los sevillistas al enterarse de que Carriço no podría jugar la eliminatoria frente al eterno rival. Hasta ahí llegaba su influencia dentro del esquema sevillista. Hasta el aficionado era capaz de verlo. Su garra y presión contagiaban de igual modo a compañeros y seguidores. No pudo estar en aquellos octavos de final por culpa de su tobillo. Unai tuvo que improvisar un centro del campo en ambos partidos. Los penaltis decidieron el ganador. Ya desde cuartos hasta Turín no volvería a perderse una cita de esta trascendencia. Y tampoco desea hacerlo ahora. Una inorportuna lesión muscular en el adductor podría hacerlo. Se aconseja reposo para mitigar esta dolencia. Pero desde el cuerpo técnico están bastante tranquilos. Saben cómo es el jugador. Conocen sus ganas por jugar y que se trata de un futbolista de una pasta especial. No sólo no lo descartan, sino que ven incluso lógico que llegue al duelo de El Madrigal. Sólo quedan ocho días para la cita. Una semana mal contada. Carriço trabajará al máximo en su recuperación. Unos octavos de final no se juegan todos los días. La importancia de Carriço sólo se puede calibrar desde la más fría estadística. El defensor es el jugador que más minutos ha disputado esta temporada. Es la primera opción para Unai Emery. No le importa si como centrocampista –ha jugado en días como Anoeta– o como central, la posición en la que se está desenvolviendo esta temporada tras la salida de Fazio y la llegada de Krychowiak para reforzar físicamente la parcela ancha. Lo importante es que salte al campo. Precisamente, el jugador polaco sigue de cerca al portugués en este ranking. Comenzó como un tiro la temporada y no ha descansado apenas, sólo en sus ausencias por sanción. Por último, cierra el podio un Carlos Bacca al que las lesiones de sus rivales por la punta del ataque lo han dejado solo. Carriço se ha perdido cuatro partidos de Liga entre sanciones y lesiones. Sólo rotó en una ocasión. Su versatilidad le hacen ser el comodín perfecto para cualquier ausencia y urgencia. Tampoco en la Europa League ha querido Unai Emery prescindir de su pulmón. Lo ha jugado absolutamente todo. Un total de ocho partidos para llevar al Sevilla hasta unos octavos de final que ahora no se quiere perder. Y encima al equipo nervionense le espera el Villarreal de Marcelino. Un equipo que destaca sobre todo por su ataque, con la velocidad del exjugador sevillista Cheryshev y la inspiración de Luciano Vietto, autor de un gol en el Sánchez-Pizuán esta misma temporada. Se necesita que la pareja de centrales esté al cien por cien, o al menos presente. Es un encuentro de demasiado riesgo para que ninguno de los dos aparezca sobre el terreno de juego. El espíritu del guerrero Carriço aparecerá en Villarreal. Y su cuerpo, evidentemente, también.

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