El hombre de 62 años que permanece ingresado en el Hospital de Traumatología de Granada como consecuencia de la deflagración registrada el miércoles en una vivienda fue detenido ayer por la Policía Nacional, que lo acusa de un supuesto delito de homicidio imprudente.
El hombre habría provocado la explosión, que se saldó con una mujer herida y una víctima mortal -el padre de ésta-, al manipular una bombona de gas, según informaron ayer a Europa Press fuentes policiales.
El hombre presenta quemaduras de segundo y tercer grado en el 12% de su cuerpo y un traumatismo facial que le ha provocado la pérdida de varios dientes.
Este herido no es un técnico de gas, como se barajó en un primer momento, sino el inquilino del inmueble que, tras la deflagración, quedó destrozado.
Aunque el hombre pasó casi todo el día de ayer en la UCI, a última hora de la tarde fue trasladado a planta, donde también está la mujer herida. Fuentes sanitarias informaron de que la evolución de ambos es "favorable". La mujer tiene 28 años y sufre una fractura de fémur que requirió de intervención quirúrgica.
La explosión se produjo sobre las 9.00 horas del pasado jueves en el interior de una vivienda situada en la esquina de las calles García Morato con Cardenal Parrado de la capital, aunque la onda expansiva causó daños en los inmuebles cercanos.
