Los dos últimos años la hermandad ha tenido que realizar sus estaciones de penitencia desde la basílica salesiana de María Auxiliadora. Fue tras la Semana Santa de 2008 cuando se produjeron grietas y desprendimientos en la bóveda de la iglesia, lo que obligó a su cierre al culto. Desde entonces, mientras las imágenes se encuentran en un anexo al templo, la Trinidad viene acometiendo trabajos de rehabilitación, que se unen a los ejecutados con anterioridad.
En este sentido, el hermano mayor recordó que, "desde mi mandato se ha terminado la nave contigua a la capilla, el patio interior y se ha realizado una nueva sala de enseres, con sus correspondientes vitrinas". De igual modo, "se ha acometido lo más grave que presentaba el templo: el mal estado del techo, ya que los muros se estaban abriendo hacia fuera". Con este último proyecto ya ejecutado y abonado, la hermandad plantea durante las próximas fechas actuar en el interior. Aquí está previsto el enfoscado de las paredes, mientras que en el exterior se arreglará la espadaña.
Por otro lado, los trabajos en el recinto religioso han permitido descubrir unos frescos en las paredes situadas junto al altar mayor. Las pinturas "las han visto personas expertas en la materia, quienes han afirmado que son de mediana calidad". Otras actuaciones que también estaban contempladas, como la sustitución de la solería y la colocación de nuevo alicatado, se pospondrán para los próximos meses.
Esta intervención se une al proyecto que, con carácter de urgencia, ha tenido que emprender la Trinidad: la restauración de su imagen titular, el Santísimo Cristo de los Afligidos, cuyo estado ha empeorado considerablemente produciéndose, entre otros problemas, grietas en la madera.
