Cultura

El hip hop pisa la escena en Itálica

El Festival Internacional de Danza de Itálica llega a su ecuador con el estreno en Andalucía de la obra Petites histoires.com. Kader Attou, director de la compañía Accroprap, llevará esta noche por primera vez una mezcla de danza contemporánea y hip hop al escenario poncino.

el 16 sep 2009 / 06:00 h.

El Festival Internacional de Danza de Itálica llega a su ecuador con el estreno en Andalucía de la obra Petites histoires.com. Kader Attou, director de la compañía Accroprap, llevará esta noche por primera vez una mezcla de danza contemporánea y hip hop al escenario poncino.

Petites histoires.com, pieza para cinco intérpretes, no habla en absoluto de internet, aunque utiliza la moda de la red de redes como gancho. A pesar de este nombre, esta danza se refiere a la sociedad actual y lo hace bajo una estética de "danza dura" propia del hip hop. "Internet es un escenario abierto y página a página podemos pasar de una ventana a otra", dice Kader Attou.

Con este punto de partida, el director de Accrorap está convencido de que "todos somos un poco niños, tenemos una visión bastante ajustada de la realidad" y eso es lo que quiere reflejar en un espectáculo que se podrá ver esta noche en el recinto del Complejo Arqueológico de Itálica. Cada parte de Petites histoires.com cuenta lo divertido de la vida cotidiana y de la actualidad. No obstante, algunas de las pequeñas piezas de esta obra cuentan historias abstractas. Con todo, cada pequeño toque de humor de la obra se utiliza para dar ritmo a las coreografías, de forma libre, ligera y poética. Pero lo que le gusta a este coreógrafo es "esa capacidad de contar historias en un tiempo muy corto, borrar lo superfluo, llegar a lo esencial y buscar efectos realmente sorprendentes".

La inocencia, la magia y la forma de comprender e interpretar la realidad particular de este autor se proyectan en cada una de sus pequeñas historias. Kader Attou recuerda por ejemplo cuando tenía unos 9 años y su padre trabajaba bajo un turno laboral denominado "los tres ochos" en la empresa Renault. Su imaginación lo llevaba a algo parecido a la versión de Charlie Chaplin de Tiempos Modernos: "Para mí los tres ochos era una cosa muy distinta, hacían referencia a las atracciones en forma de ocho de un parque de atracciones". Kader fantaseaba con hacer lo mismo que hacía su padre y esa ilusión la ha trasladado a su espectáculo.

Otro sueño de la infancia al que hace referencia en esta danza es la voluntad de volar. "Un deseo que casi todo niño tiene en algún momento de su vida", afirma el artista. "Cuando era pequeño cogía mariposas y las metía en una bolsa de plástico. Después las tomaba una a una e intentaba guardar el polvito de sus alas en una cajita. Al cabo de un tiempo, cuando tenía el polvo suficiente, me hacía unas alas de cartón y les volcaba todo el polvo de la caja", recuerda Kader Attou. "Hay mil maneras de volar", asegura. Por este motivo, dentro de esta obra este deseo se coloca como tema central. "Intentamos exponer los diferentes modos de volar pero sin medios técnicos, solo con nuestros cuerpos" inmersos en la musicalidad y la poética.

Kader Attou empezó a bailar hip hop debido a la influencia que esta danza ha tenido sobre muchos jóvenes franceses desde el año 1984. En especial, a todos aquellos que se fueron aficionando a este baile desde los barrios de la periferia de las grandes ciudades galas, "aunque no todos son descendientes de personas del norte de África, en aquello barrios había españoles, portugueses, etc.", afirma. "Todos empezamos más o menos así", comenta. "Aunque en el conjunto de la historia de la danza en Francia el hip hop ha crecido, es moderno y es más que una danza urbana", reivindica.

"He querido hacer este oficio, sabía donde iba y lo que no quería", afirma este autor al ser cuestionado sobre la presencia y la interacción de otras corrientes del mundo de la danza en su obra. "En el año 92 estuve tres semanas en un campo de refugiados de Zagreb y vivimos momentos extraordinarios con la danza". Desde esos momentos este francés percibe la danza como un lenguaje universal y trata de hacer vivir esas experiencias al máximo de personas posible. "Todos somos el fruto de un encuentro", reflexiona.

Kader Attou, de ascendencia argelina, trae desde La Rochelle, a orillas del Atlántico, sus nuevos aires de creación coreográfica. Un nuevo espectáculo que podrá verse esta noche a las 22.30 horas en el escenario La ciudad en Itálica.

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