El complejo del antiguo cine Rocío volverá a albergar actividad comercial. La promotora dueña de todos estos inmuebles (cine y viviendas), AC Promotores, está llevando a cabo reformas menores y limpiando el complejo para poder poner en alquiler, como local comercial, el número 15 de Purísima Concepción, en primera instancia.
La adecuación comienza con su limpieza tras las denuncias de los vecinos del centro de la ciudad, que protestaban porque tanto el cine como las viviendas aledañas se habían convertido con el tiempo en un foco de suciedad y refugio de los sin techo. Paulatinamente, se irán acometiendo diversas reformas para transformar definitivamente todo el recinto.
José Antonio Asensio, director de la promotora, manifestó que en un mes el edificio podría quedar listo para la visita de futuros clientes. También aseguró que se están haciendo varios estudios de viabilidad para saber qué hacer con el resto del terreno, y una de las opciones sería alquilarlo a una gran superficie comercial. Pero también cabe la opción de hacer viviendas arriba y con comercios abajo. "Todo dependerá de lo que digan los estudios que tenemos pendientes", dijo.
Estos inmuebles tuvieron varias ofertas de compra que fueron rechazadas por la familia Carvajal, antiguos propietarios del cine, al considerarlas insuficientes. De hecho, el mismo Ayuntamiento de Dos Hermanas intentó hacerse con el complejo en varias ocasiones, aunque el precio le parecía elevado. En junio de 2007 se puso a la venta y AC Promotores presentó la mejor oferta a los herederos del histórico cine. Su objetivo ahora es amortizar ese dinero invertido alquilándolo, aunque no se sabe si total o parcialmente.
Historia. El antiguo cine forma parte de la memoria de la ciudad, aunque con el cese de su actividad comercial en la década de los 70 del siglo pasado y el paso de los años, la situación de abandono fue haciéndose cada vez más patente. Sólo una vivienda perteneciente al complejo ha permanecido habitada.
En vísperas de la Guerra Civil el cine era una nave donde se proyectaban películas. Durante la contienda se utilizó para almacenar patatas, y una vez finalizada, los dueños de la nave llegaron a un acuerdo con el cine Pathé de Sevilla, que restauró e instaló las butacas y los proyectores. Los que lo conocieron lo recuerdan como un cine "aceptable" en cuanto a comodidad y a calidad de las películas.
En los 50, llegó el Cinemascope, algo poco habitual teniendo en cuenta que Dos Hermanas entonces era un pueblo y no la ciudad que es hoy.
Este cine tuvo mucha competencia cuando se abrió el Español, en el lugar donde hoy se sitúa el teatro. Los estrenos y la comodidad eran mejores en el competidor, por lo que cerró definitivamente a mediados de los 70.
