Cultura

'El holandés errante' alcanza tierra firme en el Maestranza

En el Teatro de la Maestranza se avecinan unos días de febril intensidad. Tras las obras de ampliación y remodelación, el inmenso escenario del coliseo del Paseo Colón levanta mañana y los días 5, 8 y 10 el telón para contar, en dos horas y media, la epopeya romántica que Wagner imaginó para su primera ópera de éxito, El holandés errante.

el 14 sep 2009 / 23:29 h.

En el Teatro de la Maestranza se avecinan unos días de febril intensidad. Tras las obras de ampliación y remodelación, el inmenso escenario del coliseo del Paseo Colón levanta mañana y los días 5, 8 y 10 el telón para contar, en dos horas y media, la epopeya romántica que Wagner imaginó para su primera ópera de éxito, El holandés errante.

Ha habido que esperar más de medio año para volver a ver una ópera escenificada en el Maestranza. Aunque la programación no ha parado, sí lo ha hecho la vieja maquinaria escénica, jubilada ahora por otra con denominación de origen alemán y fruto de la más reciente tecnología en ingeniería teatral.

Para probarla, el escenógrafo y director de escena Yannis Kokkos ha trasladado a la ciudad su imponente versión de El holandés errante, la ópera romántica en tres actos que Wagner (1813-1883) concibió tras una traumática experiencia en el mar y que cobró vida en 1843.

Pedro Halffter, como director musical de la producción, destacó ayer la "belleza y la complejidad dramática del texto" -sobre un original de Heinrich Heine- y subrayó cómo el montaje de Kokkos "hubiera sido imposible mostrarlo con el anterior sistema". "Lo más llamativo del nuevo escenario es su profundidad y la presencia de un gran espejo que permite al espectador ver la escena desde otro ángulo, que representa al lado fantasmagórico", y que, a juicio del asistente del escenógrafo, Giulio Ciabatti, "refleja el uso que puede hacerse del contraste entre las técnicas modernas y antiguas".

El holandés errante, título del que el Maestranza ha programado cuatro funciones y ya ha agotado todas las localidades disponibles, es, junto con Lohengrin, el título más explícitamente romántico de cuantos escribió Wagner. En esta apreciación coincidió ayer la soprano portuguesa Elisabete Matos, que hará el papel de Senta. La cantante, habitual en los programas del teatro sevillano (reciente está su triunfo encarnando a Tosca), dijo que su personaje muestra "a la típica mujer de varias obras de Wagner, a través de la cual, se redime al hombre que sufre, llevándole hasta la salvación".

Desafíos.

Mayor complejidad encierra el personaje protagonista, a quien dará vida el barítono noruego Trond Halstein Moe. Para él, el mayor desafío consiste en interpretar a un fantasma que lleva errando 400 años. "Es muy difícil ser un espectro y a la vez una persona real presente sobre el escenario", aspectos que el montaje solventa con "enorme efectividad gracias al aire de misterio que impregna cada escena de la ópera".

En la producción, estrenada en el año 2000 en el Teatro Comunale de Bolonia, también tienen un papel relevante el Coro del Maestranza, integrado por más de 60 cantores y reforzados por el Coro Intermezzo, quienes ponen voz a los fantasmas.

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