El huracán Ike encara la costa de EEUU. Después de una jornada de debilitamiento en Cuba -bajó a categoría dos con vientos de 160 kilómetros por hora-, volvió a crecerse en su viaje a México, donde se espera hoy. Y dado que Miami es la próxima parada, miles de personas abandonaron sus casas en Florida.
Las previsiones apuntan a que Ike podría elevar su intensidad de dos a tres -sobre un máximo de cinco- en su marcha sobre el Golfo de México. El Instituto de Meteorología cubano (Insmet) indicó que en las últimas 24 horas el ciclón ha dejado "lluvias fuertes" en el oeste de la isla, con precipitaciones de entre 200 y 400 milímetros en las provincias de Santiago y Guantánamo, y entre 150 y 200 milímetros en el resto de esa región. A su llegada el domingo al noreste de la isla tenía categoría 3 en la escala de cinco y se registraron algunas rachas de viento de 261 kilómetros por hora.
Así, y si mantiene su rumbo y velocidad actuales, llegaría a la costa de Estados Unidos este sábado por la mañana, según los cálculos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH). El curso proyectado de Ike llevaría este huracán a tierra en el este de Luisiana o la costa de Texas. Se teme, por tanto, que se vuelva a repetir la estampa de hace tres años cuando entró el ciclón Rita. En el recuerdo también está que cuatro semanas después volvió a hacer lo propio Katrina, que anegó Nueva Orleans y el delta del Misisipi. De ahí que el presidente de EEUU, George W. Bush, declarase el estado de emergencia en Florida, lo que facilita la movilización de fondos y recursos federales para la atención de damnificados.
Las empresas petroleras, por su parte, postergaron ayer el reinicio de las operaciones en las plataformas de exploración y extracción de petróleo y gas en el Golfo, de donde el personal fue evacuado antes de la llegada de Gustav. Y es que hace apenas una semana este huracán originó la evacuación de unos dos millones de personas en el sur de Luisiana y paralizó buena parte de las operaciones petroleras en el Golfo. Sin embargo, al final entró más debilitado de lo esperado en las costas de Luisiana y los diques de Nueva Orleans aguantaron, por lo que no provocó los destrozos previstos.
Aun así, las autoridades de Florida ordenaron el domingo la evacuación de los turistas y de unos 25.000 residentes en Key West. El abandono de los cayos se completó ayer, y en toda la zona se paralizó la actividad de las empresas y las escuelas. Los turistas empezaron el sábado a abandonar esta hilera de islotes conectados por puentes.
Un poco de calma. Eso sí, pese a que los atemorizados residentes de Miami comenzaron el pasado viernes a abarrotar los supermercados en busca de agua y comida enlatada, ahora respiran aliviados al conocer que el ciclón no impactará directamente en el sur de Florida, según los pronósticos. Entonces el estado de alerta hizo que se protegieran las ventanas de las casas con paneles de madera y, en previsión de cortes de electricidad o de agua, se hiciera acopio de todo tipo de productos, con lo que muchas estanterías de supermercados quedaron vacías.
Y es que Ike ha causado al menos 48 muertos a su paso por Haití y obligó en Cuba a la evacuación de cerca de un millón de personas, el 10% de la población de la isla, que cuenta con 11,2 millones de habitantes.
La semana pasada, durante una visita a Baton Rouge, la capital de Luisiana, después de que Gustav causara más daños por el viento que por inundaciones, el presidente Bush ordenó la entrega a las refinerías de crudo de la reserva estratégica petrolera del país. Estados Unidos obtiene del Golfo de México 1,3 millones de barriles diarios de crudo, aproximadamente el 25% del petróleo extraído en territorio estadounidense, y 7.400 millones de pies cúbicos diarios, además de un 15% de su gas natural. Entonces, Gustav forzó la suspensión de operaciones en 15 refinerías de la costa del Golfo. Hoy seguían paralizadas seis de ellas.
