Cualquier papeleo en la universidad puede convertirse en un mundo. Mayor aún cuando el alumno es extranjero y el idioma es la primera barrera a salvar. La Hispalense cuenta con una Unidad de Atención desde la que se le tramita la renovación de la tarjeta de residencia.
Akkouh Hakima -24 años y procedente de Rabat- y El Foughali Sarra -de la misma edad y de Marrakech- son dos estudiantes de Farmacia. Llegaron a Sevilla hace ya algunos años y desde el primer momento todo se les hizo un mundo. No dominaban el idioma, tenían problemas para que les alquilaran un piso, el papeleo les abrumaba... Pero estos inconvenientes forman parte ya del elenco de anécdotas que contar.
Este año, Akkouh Hakima y El Foughali Sarra cuentan, con la ayuda de Josefa Mesa, responsable de la Unidad de Atención al estudiante extranjero del Servicio de Atención a la Comunidad Universitaria (SACU) de la Hispalense, cómo ha cambiado todo tras la puesta en marcha de una Oficina para alumnos extranjeros no comunitarios a los que desde la misma universidad se les tramita la renovación de la tarjeta de residencia. En dicha oficina, fruto de un convenio de la universidad con la Delegación del Gobierno, estas dos jóvenes reciben todo tipo de ayuda. Y ésta ha tenido un resultado claro y cuantificable: donde antes esperaban una media de siete meses, ahora invierten una semana. "Nos dedican tiempo. Antes, en la Delegación, estábamos los estudiantes mezclados con los trabajadores.
Ahora hay una persona en la Plaza de España que actúa de interlocutor con la universidad", explica Akkouh Hakima.
"Para ellos, el papeleo es un mundo. Les provoca intranquilidad. A veces tardaban tanto en renovarle la tarjeta de residencia que ésta les llegaba cuando tenían que volver a renovarla. Lo que intentamos es evitar los nervios", apostilla Josefa Mesa. Desde que la Oficina se puso en marcha -el pasado mes de abril-, ésta ha tramitado en torno a 250 expedientes, aunque Mesa reconoce que "todavía hay muchos que no saben que existe este servicio". En la Universidad de Sevilla hay en torno a 1.500 estudiantes procedentes de países no comunitarios, de los cuales los originarios de Marruecos son el colectivo más numeroso (unos 600), seguidos de los sudamericanos, con medio millar. Para todos ellos, el SACU tiene abierta esta Oficina.
