Economía

El IESE insta a crear un banco 'malo' que asuma el 20% de las hipotecas

La escuela de negocios IESE considera necesario crear, cuanto antes, un banco malo español que absorba los activos tóxicos del sistema financiero. En concreto, estima que debería comprar préstamos hipotecarios por importe de 100.000 millones, esto es, el 20% de las hipotecas, como medida para ayudar a reactivar el flujo de los créditos.

el 16 sep 2009 / 01:11 h.

La escuela de negocios IESE considera necesario crear, cuanto antes, un banco malo español que absorba los activos tóxicos del sistema financiero. En concreto, estima que debería comprar préstamos hipotecarios por importe de 100.000 millones, esto es, el 20% de las hipotecas, como medida para ayudar a reactivar el flujo de los créditos.

Retomando la idea que lanzara en enero el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, que apoyaba la creación de un banco malo que comprara los activos tóxicos de las entidades financieras para sanear sus balances y restaurar así de nuevo la confianza, la escuela de negocios IESE ha ahondado en esa idea, que también respalda y a la que urge, y le ha puesto cifras.

Según un estudio que publica en el último número de Comentarios de Coyuntura Económica, el IESE estima que esa nueva entidad debería comprar a bancos y cajas activos hipotecarios por valor de 100.000 millones de euros, volumen que corresponde al 20% de las hipotecas concedidas, teniendo en cuenta que estos préstamos suman casi 500.000 millones.

La creación de este banco se justifica, según la escuela de negocios, por ser una de las mejores soluciones para frenar la "espiral financiera" de la economía española, caracterizada por la caída del consumo y el cierre del grifo del crédito.

Por ello, considera que se podría detener esta espiral "si alguien se compromete a comprar los activos que pierdan valor (como las hipotecas morosas) a un cierto precio". De este modo, se establecería un "suelo" o valor mínimo de estos productos con el que frenar la "degradación continua" del activo de bancos y cajas y también calcular sus necesidades de liquidez.

En el texto se define el banco malo como "una institución que adquiere en nombre del Estado activos malos pagándolos con dinero bueno (o deuda pública negociable) y gestionando su venta posterior".

Así, se marcaría un precio para la valoración de cada hipoteca española que permitiría "cuantificar las pérdidas en que deberían incurrir las entidades". El precio de estas pérdidas, según el análisis del IESE, determinará -al ser soportables o no para algunas entidades- la futura composición del sistema financiero español, viendo qué entidades sobreviven, cuáles son absorbidas o cuántas, incluso, podrían desaparecer. Una reestructuración que ha comenzado con la intervención en Caja Castilla-La Mancha (CCM).

Por tanto, la valoración de los activos es el principal escollo de este modelo, según el informe, que evita pronunciarse sobre qué activos hipotecarios deberían ser adquiridos, pese al consenso del sector de que el crédito al promotor es el principal activo tóxico para bancos y cajas españoles.

La función de esta entidad no tiene por qué responder a la de un banco, pues su misión "no es prestar ni captar dinero", sino "gestionar un patrimonio público", como sucedió, tal y como recuerda el estudio, en la década de los 80 con el INI y Patrimonio del Estado, que gestionó la venta de los activos de Rumasa.

El informe sugiere que una parte "importante" de esos 100.000 millones podría financiarse con emisiones de deuda pública "porque la posición deudora resultante no sería alarmante" dado el relativamente bajo déficit público español. También se considera que esta cantidad podría ser recuperada en buena parte por el Estado mediante la venta de los activos inmobiliarios en circunstancias más favorables a las actuales, pues "el Estado tiene un tiempo del que las entidades privadas no disponen".

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