Menú
Local

El impacto reformista de La Piel Sensible

La reapertura de la Plaza del Salvador tras su remozado urbanístico pone hoy punto final a un proyecto marcado por las polémicas, pero también por su impacto indudable en la mejora de la calidad de vida de los sevillanos.

el 15 sep 2009 / 17:09 h.

La reapertura de la Plaza del Salvador tras su remozado urbanístico pone hoy punto final a un proyecto marcado por las polémicas, pero también por su impacto indudable en la mejora de la calidad de vida de los sevillanos. Se trata de La Piel Sensible, un concurso de ideas que ganó el arquitecto José Carlos Mariñas en el verano de 2004 para la recuperación de las plazas de la Alfalfa, el Pan, la Pescadería y el Salvador. En este tiempo, las reformas urbanísticas de estos cuatro enclaves del casco histórico, impulsadas desde el Ayuntamiento, se han visto envueltas en un debate patrimonial sobre el mobiliario urbano (farolas, bancos, etcétera) muy saludable como ejercicio de participación ciudadana, pero que ha terminado por desviar la atención de la gran virtud de este proyecto: la reconquista de este espacio público por parte de los ciudadanos. Esto último no es tanto una apreciación subjetiva como un hecho empírico que se comprueba en el día a día. No hace tanto tiempo, tres de estas cuatro plazas estaban invadidas por las bolsas indiscriminadas de aparcamientos, lo que impedía su disfrute por parte de los sevillanos. Ahora, salvo que se practique un integrismo patrimonial un tanto trasnochado, cualquiera que se acerque una tarde a la Alfalfa o se dé una vuelta por los otros espacios públicos certificará que los sevillanos han vuelto a hacer suyos estos espacios de la mejor manera posible: viviéndolos. La discusión sobre el mobiliario de las plazas es legítima, y la prueba de que ha sido tomada en cuenta la puede ver quien desee en la Plaza del Salvador, que se aleja de los criterios esteticistas del resto de La Piel Sensible (su autor, incluso, ha preferido desmarcarse de esta última fase del plan) y preserva los elementos singulares que siempre la han caracterizado. Pero, sin restarle su importancia a este debate, no parece que deba ser el factor central para enjuiciar la ejecución de un proyecto que, con sus problemas, modificaciones y reformas, ha transformado para bien cuatro de los paisajes más emblemáticos del centro de Sevilla.

  • 1